Xavier Colás: «Ser corresponsal en un país con leyenda negra mola»
Publicado: enero 12, 2018 Archivado en: tertulias | Tags: bots, Cataluña, corresponsales, derechos humanos, desinformación, España, Europa del Este, homosexuales, periodismo internacional, propaganda, Putin, rusia Deja un comentario
Avisas a Xavier Colás de que ya no dispones de tiempo para hacer los resúmenes de La Tertulia Infinita y dice que ayudará con unas notas.
Querido Xavier, de esto no nos vamos a olvidar. De esto y de la gran tertulia que ofreciste, que dejó a todo el mundo con ganas de conversar más. Rusia es un país inabarcable y ser corresponsal allí es un regalo. Gracias por compartirlo con nosotros.
La Tertulia Infinita 25 tuvo magia y lo pueden ver en las fotos. Sigan a este periodista listo y generoso, en Twitter o donde sea.
Abajo las notas del encuentro (algún tuit más en #LTIRusia).
Y aquí la galería fotográfica (Íñigo de Amescua / LTI ccby).
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Rusia, el país
- «Rusia tiene un 78% de rusos. Ocho millones de inmigrantes. 143 millones de habitantes. 128 nacionalidades. 20 millones de musulmanes. Es un país más ruso que nunca, a pesar de la inmigración».
- «Rusia es un país que vive en tres siglos distintos: el XXI, el XX y el XXI«.
Rusia, derechos humanos y disensión
- «Hay un dicho ruso muy viejo: ‘Ay, si el zar lo supiera’. No se cree que los de arriba sepan lo que estaba pasando y Putin se beneficia de esta situación. Putin se beneficia más por omisión. En Rusia se critica a todos, jueces, policías, pero Putin parece estar por encima. Compañeros míos en casos de derechos humanos lo han comprobado de una manera descorazonada».
- «‘En este país puedes ser el animal que quieras pero no jirafa‘, me dijo un periodista en Moscú. No hay que llamar la atención.
- Navalny [Alexei Navalny, opositor más destacado a Putin] es muy valiente… Rusia produce gente muy valiente y algunos lo pagan con la vida… No le veo como presidente porque tiene un 3% apoyo. Su tarea es ser una oposición de verdad».
- «Cuando los gays empezaron a salir, a ir a las fiestas, especialmente a las mujeres les encantaron. El ‘elefante en la habitación’ cada vez es más grande, cada vez hay más gays que ‘molan’. ¿Qué van a hacer con ellos cuando empiecen a hablar de política?«.
Rusia, corresponsales
- Los corresponsales miramos la prensa rusa para ver de qué tendríamos que escribir, la española para ver de qué tendríamos que haber escrito y la anglosajona para saber de qué escribiremos mañana. Pero claro que los medios son muy críticos con Rusia. Ser corresponsal en un país que tiene una leyenda negra mola un montón. En Suiza no sería lo mismo.
Rusia, nacionalismo y fronteras
- «Moscú ha reprimido con mano dura cualquier intento de secesión dentro de sus fronteras, pero decidió apoyar otros movimientos independentistas en los países vecinos».
- «A principios de los convulsos años 90, el Kremlin apoyó a los movimientos secesionistas en Transnistria (respecto a Moldavia), en Osetia del Sur y Abjasia (respecto a Georgia) y en Nagorno-Karabaj (respecto a Azerbaiyán). ¿Por qué? Por la buena relación que mantienen estos dos países con los entes supranacionales que el Kremlin considera adversarios: la UE y la Alianza Atlántica (OTAN)».
- «No creo que Rusia vaya a intentar algo en los países bálticos, pero tampoco creía que lo intentase en Ucrania… Los rusos no son tan nacionalistas como su gobierno pero muchos tienen problemas a la hora de definir dónde empieza y acaba su país«.
- «Dentro de las fronteras rusas, los movimientos independentistas son reprimidos con dureza: el mejor ejemplo fue Chechenia«.
- «En diciembre de 2013, poco antes de promover el separatismo en Ucrania, Moscú aprobó unas leyes que castigaban con penas de cárcel y fuertes multas a quienes hicieran llamamientos al secesionismo en Rusia«.
Rusia, Cataluña y bots
- Vladímir Putin ha repetido, desde su primera comparecencia sobre el tema el pasado 4 de octubre, que la cuestión catalana es ‘una cuestión interna del Reino de España’. Pero aprovecha la situación para referirse a Kosovo y a Crimea reprobando a EE.UU. y a la UE.
- Los rusos ven a Rusia como un país cuya soberanía e integridad territorial están en permanente peligro. Las amenazas, según el discurso que circula por esos medios, provienen de dos fuentes principales: el terrorismo yihadista y “Occidente”, encarnado en Estados Unidos, la OTAN y la UE. Creen que Occidente sólo respeta a Rusia cuando ésta es fuerte. No cuando tiene la razón.
- Los medios han informado de la red de bots prorusos que varias investigaciones han constatado que se dedican a diseminar contenido de las cadenas dependendientes del gobierno de Putin, retuitean o comparten piezas relacionadas con Cataluña. Pero son muy rudimentarios. Al ponerlos el gobierno sobre la mesa, ahora España sí que está en el disparadero. Cataluña no era el principal interés como sí era el Brexit o EEUU.
- RT ha hecho una cobertura bastante equilibrada en televisión, no tanto en web. Pero hay que recordar que no es un negocio ni un servicio público: los rusos no la ven. Está al servicio el gobierno.
Marc Bassets: “Washington es la Bruselas de las Américas”
Publicado: julio 22, 2015 Archivado en: tertulias | Tags: #EEUU2016, @globograma, Ángela Merkel, élites, Bruselas, campaña electoral, Casa Blanca, comunicación política, corresponsales, diccionario político, diplomacia, Edward Snowden, EEUU, El País, embajadas, Felipe Sahagún, fuentes de información, Grexit, Hillary Clinton, imagen país, imagen política, Internet, Irán, La Vanguardia, Latinoamérica, Marc Bassets, Myriam Redondo, Nueva York, Obama, pacto nuclear, periodismo internacional, periodistas, racismo, rusia, the new yorker, transparencia, Ucrania, unión europea, Whistleblowers, William Safire Deja un comentario“Soy cauto al emitir juicios de valor”. “No debemos opinar de lo que cubrimos”. “Necesito tiempo para sopesar”. “Conviene un poco de perspectiva”. Achtung, heads up, paren las máquinas: un corresponsal con mentalidad científica en esta era rápida de fronteras movedizas entre periodismo y posicionamiento personal.

Marc Bassets, en The Toast Cafe. Foto: Mª Ángeles Martín
Se diría que cada vez que lanzamos una pregunta a Marc Bassets (Barcelona, 1974) la deja caer sobre la mesa como un pequeño ratón. La mira –en realidad mira una una libreta de notas que ha traído-, la disecciona mentalmente, concede no más de dos segundos al silencio y responde por partes. Siempre un doble empeño: “Espero ayudarte a entender las cosas con rigor” y “No quiero parecer presuntuoso”.
Estamos ante un periodista de grandes capitales. 15 años de experiencia repartidos entre Bruselas, Berlín, Nueva York y Washington. Ha trabajado sobre todo para La Vanguardia. Desde hace un año y tres meses, para El País. Hablar con alguien que pisa el terreno ayuda a deshacer estereotipos sobre los países. Aunque Bassets dibuja una política americana que “es como una película, siempre con sorpresas”, desmonta con golpe seco mitos e imágenes asentadas. Ese Barack Obama sobredimensionado por los medios, siempre cómodo y sonriente ante audiencias masivas, es en palabras de este reportero alguien retraído, reflexivo, introvertido: “No es expansivo ni natural como Bill Clinton o George Bush hijo, que si estuvieran aquí ya serían amigos de todos vosotros y os habrían contado una anécdota relacionada con vuestras vidas. Él lo mira todo con distancia y lo procesa. Es un intelectual”. El presidente de EEUU es un posibilista, un conocedor de la realpolitik: “Aunque se ha destacado su idealismo, no tiene grandes ideas para transformar el mundo. Sabe cuáles son las cartas con las que juega y busca la mejor solución”.
Ahora que vuelve la Obamanía por el Pacto Nuclear y otras victorias como el matrimonio homosexual, el reportero subraya todos los logros del presidente (reforma sanitaria, ruptura de inercias con Irán y Cuba, recuperación económica de Estados Unidos tras la recesión…) pero también recuerda sus desastres. Hay guerras mal cerradas (Irák, Afganistán) y un claro fiasco de aquel reset con Rusia que Obama aventuró en sus inicios y que con Ucrania sobre la mesa suena a broma. Aunque le cuesta calificar, Bassets acaba poniendo al líder estadounidense un 6: “Pero el curso no ha acabado. Puede ser un 5 o un 8”. Después dirá también: “Hay que asumir los límites de un país y de una persona”.
Ha sorprendido la persecución de la Casa Blanca a los llamados whistleblowers, personas que denuncian irregularidades basándose en el acceso a información confidencial. Edward Snowden es el caso más conocido. Pero Bassets recuerda que la batalla contra las filtraciones se remonta a Daniel Ellsberg y niega que la relación del presidente con los reporteros sea peor que en anteriores administraciones. Lo que hay es tibieza: “Obama no tiene conexión emocional con la Prensa, pero tampoco con los congresistas. Esto le ha creado problemas a la hora de legislar. No ha sabido seducir, conseguir que se apoyen medidas como la reforma sanitaria”. Estamos ante un presidente que ni va a jugar al golf con políticos ni se toma un whisky con ellos o les llama para preguntar por su familia, dice el catalán.
Más castillos de naipes desmontados: el periodismo estadounidense no siempre es mejor que el español: “El bueno es espectacularmente bueno, pero hay periodismo americano muy malo. Las televisiones dejan bastante que desear como fuente informativa. Cada vez utilizo menos las de información continua, CNN, MSNBC, Fox… Han entrado en una dinámica ideológica, sensacionalista, que ayuda poco al corresponsal”.
El invitado es discreto cuando se le pregunta reiteradamente por aspectos como su abanico de fuentes o la relación de los reporteros españoles con la Embajada: “No es ni buena ni mala. No espero demasiado de las embajadas. Aventuro una teoría: quizá han perdido sentido. Por ejemplo, en el gran asunto entre manos, el acuerdo comercial, es por la vía de la Unión Europea como EEUU se relaciona con España. La embajada española queda un poco desdibujada”. Ante la curiosidad sobre sueldos de los corresponsales o limitaciones impuestas desde su sección en Madrid, también diluye respuestas para evitar que suenen a crítica: “Hay una negociación, hay que ceder y tiene que haber un equilibrio entre el reporterismo y las llamadas breaking news. Comparando con mis años en La Vanguardia, creo que cada vez es más la delegación la que autónomamente propone y marca la agenda”. A pregunta de Jaime G. Mora responde que no hay grandes diferencias en los temas elegidos por su medio actual y el diario de Barcelona.

Participantes en La Tertulia Infinita 15. Fotos: Mª Ángeles Martín
Como delegado de El País en Washington, este catalán coordina a las cuatro personas que trabajan con él en la ciudad, a la corresponsal del diario en Silicon Valley, Rosa Jiménez Cano, al corresponsal en Los Ángeles, Pablo X de Sandoval, y al periodista destacado en Nueva York, Sandro Pozzi, además de a otras dos personas que se incorporarán próximamente. Todo un equipo que demuestra la apuesta del periódico por América y en particular por América Latina. “Somos todoterreno, pero uno de nuestros reporteros se dedica especialmente a la población latina y los asuntos latinoamericanos. Washington es el Bruselas de las Américas. Hay sedes panamericanas como la OEA o el Banco Interamericano de Desarrollo. Cada semana hay ministros latinoamericanos allí”. Algo que ha pasado desapercibido a muchos: Elpais.com se presenta hace tiempo con cuatro pestañas: España, América, Brasil y Cataluña: “Trabajamos mucho para la edición americana, con jornadas muy largas e intensas. Después del horario español llegan otros horarios y otras pautas. Al menos las ruedas de prensa se concentran en horarios bastante decentes. Obama raramente habla más allá de las 3 de la tarde. Le gusta cenar en familia y allí cenan a las 18.30”.
Washington se parece a Bruselas por la existencia de tareas reiterativas. La cita obligada es la rueda de prensa de la Casa Blanca, a las 13.00 horas. “Hay rutinas pero hay muchas rutinas”, puntualiza Bassets para que se reconozca el esfuerzo que conllevan. La prensa internacional se concentra en el Foreign Press Center, ubicado en el National Press Building, donde El País tiene despacho. La sala de prensa de la Casa Blanca es muy reducida, y acuden corresponsales con plaza fija que deben solicitarlo. “Te comprometes a acudir todos los días, para nosotros algo excesivo. Es preferible solicitarlo específicamente el día que quieras ir”. Puede haber más ruedas de prensa: del Departamento de Estado, el Pentágono, el Capitolio…. Y además está el resto del país, que un día puede llamar la atención desde Ferguson y otro desde Nueva York.
El hecho de que asista a la tertulia Felipe Sahagún, corresponsal en EEUU en los años 70 y jefe de Internacional en RNE entre 1980 y 1986, da pie a un mano a mano de altura entre el periodismo de entonces (el de Cirilo Rodríguez y Jesús Hermida) y el de ahora, en todos sus frentes. Sí, el acceso a las élites de la Administración sigue siendo más sencillo de lo que pudiera pensarse en comparación con otras capitales. Y no, ya no se desayuna leyendo el periódico en papel; esto se deja en todo caso como capítulo final. Bassets da por descontado que Internet “nos hace mejorar” y destaca el valor pedagógico de nuevos medios como Vox.com en la narración diaria de EEUU.
El reportero relata también su seguimiento del Pacto nuclear en Viena. Aunque ha publicado informaciones con humor (leer La diplomacia del balcón), dice que ha sido una de sus coberturas más difíciles. Cómo escarbar desde el espacio habilitado para la prensa -una lona frente al hotel donde se reunían los líderes- cualquier indicio mínimo de noticia. Un asistente, Gregorio Vázquez, pregunta si en materia de seguridad el pacto no es una mera prórroga para que Irán fabrique la bomba: “Es una crítica muy sólida”, admite Bassets.

Bassets, en un momento de su diálogo con Felipe Sahagún. Fotos: Mª Ángeles Martín
Con Rusia no percibe verdadera guerra fría: “En Viena John Kerry y Serguei Lavrov trabajaban codo a codo para levantar las sanciones a Irán mientras EEUU sancionaba a Rusia por Ucrania. Es como un ajedrez en partidas simultáneas, no un blanco y negro”. Con relación a Europa recuerda que Obama no se siente vinculado al continente y ha perpetuado la vieja exigencia norteamericana de que haya un interlocutor político único. La elegida ha sido la canciller alemana Angela Merkel. Hay preocupación por Grecia más allá de lo económico: “Para EEUU, es un estado clave desde la Segunda Guerra Mundial. Está en la OTAN. Entró en la Comunidad Europea antes que España y Portugal no porque estuviese más preparado que ellos sino porque es pieza básica en el Mediterráneo. Cerca de Turquía, Rusia o Los Balcanes, los americanos temen que el país se acerque a la órbita putiniana”.
Vuelta al escenario nacional, con campaña electoral por delante. Sería una sorpresa que Hillary Clinton no fuese la candidata demócrata elegida para los comicios de 2016, pero en el caso republicano hay una competencia más abierta y por ahora destacan Jeb Bush y Marco Rubio: “Bush es un buen político. Con experiencia. Inteligente. Le escuchas y convence. Pero tiene un problema: se llama Bush. Marco Rubio tiene menos experiencia. Es más bisoño. Pero miras su cara y ves el futuro de EEUU. Mestizo. Hispano”. A un lado del ring, Bassets imagina a Rubio, joven de origen humilde, hijo de inmigrantes de 44 años; al otro lado a Clinton, una mujer que salió por primera vez en la prensa en 1968 y que desde entonces no se ha bajado de ella. Dice que en campaña el equipo de El País tratará de combinar el seguimiento de la politics (la política de declaraciones) con la policy (las grandes estrategias y planes de los partidos). Sin perder el pulso del país.
El hecho de que la mujer de Bassets sea periodista y que a ambos les guste la vida nómada hace que la familia resista bien en un destino que el corresponsal Gary Younge acaba de abandonar por motivos varios entre los que está el racismo que quiere evitar a sus hijos. Bassets tiene hijos, pero no cree que EEUU sea un país mucho más racista que otros: «Sin un cierto estatus económico, eso sí, es muy duro”.
Un libro para entender EEUU: el diccionario político de William Safire, redactor de discursos de Richard Nixon. Un periodista básico para seguir la Casa Blanca: Mike Allen, de Politico.com. Un trabajo propio: un viaje sobre la América de Obama con fotos de Guillermo Cervera que se publicó en tres entregas (el país de la revolución energética, la América profunda y las ciudades del viejo corazón industrial).
Estos ejemplos de reporterismo a fondo le acercan al periodista que confiesa admirar, David Remnick, editor de The New Yorker. Como en el caso de la revista, el trabajo de Bassets destaca por la escritura que se desliza pero también por la profundidad. El corresponsal combina en un mismo jugo sus pinceladas sobre lo que ve con los sesudos argumentos de analistas y think tanks.
“Ahora estoy opinando”, “En estos momentos hablo por mí”, sigue advirtiendo. Intentos honestos de mesura y asepsia. Dos participantes en el encuentro coinciden en una palabra que no es tan común para describir a un tertuliano ni al periodismo: temple.
- Galería fotográfica de La Tertulia Infinita 15
- [La #TertuliaInfinita15 se celebró en el espacio estadounidense @TheToastCafe el miércoles 8 de abril de 2014. Gracias a sus dueños, Claudia y Ryan, y al encargado, Ricardo].
- En colaboración con FronteraD y Librerantes.
Jon Lee Anderson, el reportero compasivo: «Este es un mundo matón»
Publicado: octubre 4, 2012 Archivado en: tertulias | Tags: ABC, América Latina, Angola, Asia, África, chiitas, china, crónica, crisis, David Remnick, diplomacia, El Salvador, entrevista, España, Estados Unidos, Federico García Lorca, Felipe Sahagún, freelances, Guinea, herencia colonial, Honduras, Irán, jon lee anderson, Juan Carlos I, Kapuscinski, ONU, perú, periodismo, periodismo internacional, precariedad, Primavera Árabe, reportaje, Rhodesia, rusia, Siria, Sri Lanka, suníes, The New York Times, the new yorker, Vicente Manjavacas, Zimbabue Deja un comentario
- Manual del buen entrevistador: “Si hablas con ellas sin juzgarlas las personas se abren, te cuentan. Si eres compasivo por naturaleza, eso se palpa”.
- El conflicto del momento: “El mundo no está en paz y está mucho menos en paz por Siria”.
- Precariedad de la profesión: “Bajo una crónica debería poner: `Por esta historia hemos pagado 60 euros, o 150´”.
- La situación de España: “¿Por qué se ofenden con The New York Times por publicar fotografías de españoles que buscan en la basura? Los periódicos de aquí trataron antes igual la situación en Grecia”.
Uno intuye que va a poder tratarle con llaneza porque la emplea para contestar a los correos y porque aparece en múltiples fotografías con ropa casual, pero no espera tanta cercanía. La sencillez de Jon Lee Anderson desarma.
Habla un castellano tranquilo, a ratos musical e hispanoamericano, lleno de metáforas curiosas (“Insularidad ideológica”, dice para referirse a Irán). Es un castellano que parece fluir, como todo en este periodista que trata con idéntica naturalidad a todo aquel con quien habla (un tendero, una reportera, un profesor). Así que cuando se le pregunta cuál es el secreto para extraer lo mejor de tantas fuentes y entrevistados, casi no sorprende la respuesta: “Diplomacia, tacto, perseverancia; hay que buscar lo que haya de amable (‘gustable’) en esa persona, aunque difícilmente pueda gustar”.
El asunto de cómo entrevistar reaparece varias veces a lo largo de la tertulia, salpimentándola de pistas de interés sobre su modus operandi. Él dice observar la comunicación no verbal (“cómo se mueven en cada cultura”) y algo muy importante: “Saber dónde cae tu propia sombra, entender cómo te ven a ti”. Sólo a partir de ese ángulo puedes actuar, y siempre desde la humildad: “Si hablas con ellas sin juzgarlas, las personas se abren, te cuentan. Si eres compasivo por naturaleza, eso se palpa”.
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La Tertulia Infinita (1), con Carlos Franganillo y David Jiménez
Publicado: septiembre 14, 2012 Archivado en: actualidad, entrevistas, tertulias | Tags: Asia, Birmania, Carlos Franganillo, Cáucaso, censura, china, Corea del Norte, corresponsales extranjeros, David Jiménez, desastres naturales, Europa del Este, futuro del periodismo, guerra, periodismo internacional, profesión periodística, revueltas, rusia, tsunami 2 comentarios
[Actualizado el 6-3-2014]
- Carlos Franganillo: “Las redes sociales me han abierto muchas puertas para no estar tan aislado”
- David Jiménez: En periodismo “hay que evolucionar no sólo en cuento a herramientas sino en cuanto al concepto ético”
Carlos Franganillo, casi 2 años como corresponsal de TVE en Moscú y algunos más de experiencia en España; David Jiménez: 15 años cubriendo Asia para El Mundo, incluidas numerosas guerras y conflictos, cinco terremotos y dos tsunamis. De una tertulia con estos dos brillantes periodistas españoles se deduce que la diferencia de edad o de años de experiencia no siempre implica criterios opuestos: muestran la misma diagnosis sobre los males de la profesión e idéntico entusiasmo a la hora de ejercerla. De haber estado presente Rosa María Calaf (que no pudo asistir al encuentro), seguro que también hubiera predominado el consenso.
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