Yolanda Álvarez y Ferran Quevedo: infancia en Oriente Medio
Publicado: diciembre 15, 2016 Archivado en: tertulias Deja un comentario
Niños que lloran, mueren o se sacuden atónitos el polvo de las bombas. Los conflictos siempre han amenazado a la infancia, pero ahora lo hacen en directo, a la vista de todos, dejando a los ciudadanos impotentes. ¿Cómo contar las historias de los más pequeños con respeto y sobre todo de manera útil? Hablamos con Yolanda Álvarez y Ferrán Quevedo, dos profesionales de la información expertos en una de las zonas donde los niños nos han encogido más el corazón en los últimos años: Oriente Medio.
Comparte con nosotros La Tertulia Infinita 21 Especial Navidad en uno de los locales más acogedores de Madrid, el Café Belén. Te esperamos.

Yolanda Álvarez
Yolanda Álvarez (@yalvareztv) es periodista, postgrado en Cooperación Internacional al Desarrollo, y ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en TVE. Empezó en Valencia y en 2007 pasó (por oposición) a los servicios centrales de Madrid, cumpliendo su sueño de dedicarse a la información internacional. Primer destino: Costa de Marfil. A partir de ahí, Irán, la primavera árabe de Túnez y Yemen, Chernóbil o la República Democrática del Congo. Entre 2011 y 2015 fue corresponsal de TVE en Oriente Medio, con base en Jerusalén. Desde allí contó la entrada en vía muerta del Estado palestino, el auge y caída de los Hermanos Musulmanes en Egipto, el terremoto de Van en Turquía, dos visitas papales a Tierra Santa y las ofensivas militares de Israel contra Gaza (2012 y 2014). Este último trabajo le reportó premios y reconocimientos por parte de la profesión pero también presiones de Israel que terminaron con TVE trayéndola de vuelta a España. Ahora trabaja en En Portada, y uno de sus reportajes más celebrados ha sido «Esclavas del Daesh», sobre el drama de la minoría religiosa yazidí frente al ISIS en Irak.

Ferran Quevedo
Ferran Quevedo (@ferran_quevedo) es fotoperiodista, activista y postgrado en Cooperación internacional, Desarrollo y Acción Humanitaria. Suya es la imagen que ilustra el cartel de esta tertulia. Profesional todoterreno, comenzó trabajando en los años 90 como fotógrafo deportivo, para pasar después al mundo de las misiones internacionales. Así conoció Palestina y Líbano, desarrollando proyectos relacionados con la educación y los niños. Ha recorrido todo Oriente Medio desde 2003 hasta 2015, desempeñándose en algunas fases como periodista independiente -cámara al hombro y lápiz en la oreja- y en otras como cooperante o incluso enfermero en hospitales de campaña. Fue voluntario en Irak y en la frontera Líbano-Siria, donde convivió durante un año con desplazados. Es un gran conocedor de la cultura y población de Líbano (vivió 9 años en Beirut) y un estudioso destacado de los archivos de la guerra civil en el país. Comisarió exposiciones e impartió clases de Literatura y Fotografía, además de dirigir seminarios como el de «La imagen en conflicto», celebrado en la Universidad Americana de Beirut.
La Tertulia Infinita 21 con Yolanda Álvarez y Ferran Quevedo
Dónde: Café Belén. C/ Belén, 5. Madrid. Metro Alonso Matínez
Cuándo: Martes 20 de diciembre. 19.30 horas
Entrada libre y gratuita
La Tertulia Infinita con Walter Astrada
Publicado: octubre 2, 2016 Archivado en: tertulias Deja un comentarioEn colaboración con «Cruce. Arte y Pensamiento Contemporáneo«, el jueves 6 de octubre charlaremos con un fotoperiodista nacido en Buenos Aires en 1974 que tiene un número apabullante de premios (entre ellos tres World Press Photo). Tras 19 años captando guerras, enfermedades e injusticias sociales, Walter Astrada (@walterastrada) cerró en mayo de 2015 la puerta de su casa en Barcelona, se subió a una Royald Enfield llamada Atenea y partió hacia el este. Dirección: vuelta al mundo.
Él mismo lo ha explicado. Lo hizo porque «los sueños están para ser realizados; si no se realizan, comienzan a descomponerse en nuestro interior transformándose en frustraciones». El Viaje (The Journey) es un proyecto de crowdsourcing que ya ha llevado a este profesional hasta el sudeste asiático. Ahora prepara su salto a Latinoamérica previo paso por Madrid para ofrecer unos cursos.
Fotografió para AP y AFP en países como Bolivia, Argentina, Paraguay y la República Dominicana. Se estableció como freelance para cubrir Uganda y África oriental. En su trabajo algunos surcos están más marcados que otros, como la violencia contra las mujeres o el impacto social de la esclerosis múltiple.
Ahora Astrada conduce, desarrolla proyectos a largo plazo, imparte clases y es miembro del equipo formador del World Press Photo. El suyo parece un viaje fabuloso del que se desprenden muchas preguntas. Para hacérselas, nos vemos en Cruce.
La Tertulia Infinita 20 con Walter Astrada
Modera: Ana Alonso (@alonsay)
Dónde: Cruce. Arte y Pensamiento Contemporáneo. C/ Doctor Fourquet 5, Madrid. Metro Lavapiés
Cuándo: Jueves 6 de octubre. 20.00 horas
Entrada libre y gratuita
Colaboran:
Pablo M. Díez (ABC Asia). Periodismo desde China
Publicado: julio 21, 2016 Archivado en: tertulias | Tags: #LaTertuliaInfinita, Asia, censura, china, corresponsales, derechos humanos, economía, medio ambiente, Pablo M. Díez, Pekín, periodismo internacional, tecnocensura Deja un comentarioCon la mirada absorta entre Estados Unidos y Oriente Medio, pocas veces percibimos el runrún del gigante. Pero se mueve.
El lunes 25 de julio (2016) el corresponsal del diario ABC en Asia, Pablo M. Díez (@PabloDiez_ABC, blog Tras un biombo chino) nos hablará de su trabajo con sede en Pekín. Conversaremos sobre desafíos medioambientales, roces en el Mar de China, crecimiento económico y, por supuesto, periodismo, censura y derechos humanos.
Nos vemos en El Imparcial, espacio hostelero y cultural que albergó la redacción del diario del mismo nombre y se encuentra en una de las zonas más «chinatown» de Madrid, Cascorro.
Con un vaso fresco en la mano para afrontar la canícula.
Especial Premio Cirilo: ¿Qué pasa con la información internacional?
Publicado: mayo 20, 2016 Archivado en: tertulias | Tags: Aurelio Martín, África, corresponsales, Francia, Juan Pedro Quiñonero, literatura, Mikel Ayestarán, Oriente Medio, París, periodismo global, periodismo internacional, Premio Cirilo, Segovia, Xavier Aldekoa 2 comentariosEl próximo jueves 26 de mayo mantendremos una tertulia muy especial. Por primera vez será fuera de Madrid, en Segovia, y con los nominados al Premio Cirilo 2016: Xavier Aldekoa, Mikel Ayestarán (digital) y Juan Pedro Quiñonero.
Nos invitaron a hablar sobre la iniciativa «La Tertulia Infinita» dentro de las IX Jornadas de Periodismo en lo Global que preceden al premio y nos pareció que lo mejor era hacer una demostración práctica. A las 17.00 h. describiremos brevemente estos encuentros; hacia las 17.15 hablaremos con los tres protagonistas del galardón con el que la Asociación de la Prensa de Segovia distingue cada año al mejor corresponsal o enviado especial español.
El debate girará en torno a la pregunta «¿Qué pasa con la información internacional?» que este año se hacen las Jornadas ante el aumento de periodistas freelance, la aparición de nuevas formas de periodismo internacional vía crowdfunding como Revista5w o la relevancia creciente de las ONG en el panorama mediático.
Los protagonistas son (por orden alfabético):
Xavier Aldekoa (@xavieraldekoa) nació en Barcelona en 1981. Es periodista freelance, corresponsal de La Vanguardia, fundador de Revista 5w y miembro de la productora independiente Muzungu. Viajó por primera vez a África a los 20 años y ha cubierto noticias y conflictos en más de 35 países de este continente. Son conocidas sus «series» de artículos, que le permiten abordar en profundidad temas poco atendidos como el SIDA o la realidad de distintos estados fallidos, esforzándose por contar también las historias en positivo. Siempre a la búsqueda de un relato sereno de la África en ebullición, ha publicado el libro Océano África. Más información en su web oficial.
Mikel Ayestarán (@mikelayestaran) nació en Beasain en 1975. Es periodista freelance y colabora de forma regular con EiTB y los periódicos de Vocento. En 2006 se inició en el seguimiento de conflictos al cubrir la invasión israelí de Líbano y desde entonces no ha vuelto a una redacción. Fijó su residencia en Jerusalén en 2015, y desde allí cubre un Oriente Medio que cuando es necesario se extiende hasta Túnez, Libia, Yemen o Afganistán. Siempre con la mochila y el trolley a cuestas, de última hora a última hora, es uno de los corresponsales que más aprovechan las posibilidades multimedia. Ha publicado el libro «Gaza, cuna de mártires». Más información en su CV (.doc) y su web oficial.
Juan Pedro Quiñonero (@jpquinonero) nació en Totana en 1946. Periodista, fotógrafo y escritor (ha publicado 20 libros entre novelas y ensayos), se diría que ha estado encontrándose con la Historia como enviado especial en Europa, Oriente Medio, América Central, Rusia… Narró la muerte de Mao Zedong desde Moscú; el fallecimiento de Annuar el Sadat desde El Cairo; la Guerra de las Malvinas desde Londres y París… Siguió en Bruselas, Estrasburgo o Bonn el acercamiento de España a la CEE, la OTAN y el Consejo de Europa. Corresponsal de ABC en París, sigue bajando diariamente a la calle para fotografiar (y tuitear) la calle. Más información en su web, Una temporada en el infierno.
Esperamos que llegue a tiempo para moderar el debate Aurelio Martín (@auremartin), vicepresidente de la FAPE, periodista tras la maquinaria del Premio Cirilo y coorganizador de las Jornadas junto a la periodista y profesora de la Universidad de Valladolid Pilar San Pablo (@sppilar).
Os esperamos en Segovia la bella, capital del periodismo internacional español por dos días (26 y 27 de mayo).
Qué: La Tertulia Infinita 19. ¿Qué pasa con la información internacional?
Dónde: Ágora del Campus María Zambrano. Universidad de Valladolid. Plaza de la Universidad s/n.
Cuándo: Jueves 26 de mayo. 17.00 horas.
Entrada libre y gratuita. Wi-fi.
Colaboran:
Emilio Morenatti, cazador de conceptos
Publicado: diciembre 29, 2015 Archivado en: tertulias | Tags: 20D, Afganistán, agencias, AP, aylan, ética, CGU, conflictos, Daniel Ochoa de Olza, disciplina, Emilio Morenatti, fotoperiodismo, Francisco Seco, Gaza, Juan Medina, manipulación, Myriam Redondo, Oriente Medio, Pakistán, Paul White, periodismo internacional, Podemos, PP, PSOE, Pulitzer, refugiados, Santi Palacios, verificación, World Press Photo 3 comentarios
“Lo que se pretende es que la imagen se entienda y que el mensaje llegue. Esta persona está muerta y se tiene que entender que está muerta. Cuando defiendo una foto intento que la acción se comprenda. Que responda a las famosas 5 uve dobles”.

Emilio Morenatti, en La Tertulia Infinita 17. Foto: Jon Bradburn.
Finalista del Pulitzer, ganador del World Press Photo, quien viene a La Tertulia Infinita de Navidad con uno de los currículos más sólidos del fotoperiodismo español es un Emilio Morenatti (@morenatti2004) con mentalidad de editor. Responsable de producción fotográfica para AP España y Portugal, su objetivo es intentar que esa producción “sea lo más exquisita y única posible, lo más parecido a lo que yo entiendo que es la fotografía, algo conceptual, único”. Siempre habrá un Morenatti que capture imágenes. Pero ahora hay otro que concibe y organiza al equipo para salir a la caza de conceptos.
El invitado ofrece un taller + conversación entrando en las tripas digitales de Associated Press (AP), a la que prefiere referirse como una cooperativa de periódicos no lucrativa más que como una agencia. Así recuerda que está menos sujeta a los intereses que atenazan a otros medios en manos de uno o pocos dueños. Describe la distribución de las tareas, el libro de estilo para campos como byline y caption, los envíos diarios al cable, las mejores fotos del día o topics y esas otras fotos (features) más pensadas para el largo plazo, la galería histórica.
Sorprendiendo a muchos, el hilo de su discurso no son imágenes propias sino de otros: una selección realizada por él mismo de las 50 mejores fotografías de 2015 para AP en Europa y África. Esa muestra y las elecciones generales que en esos momentos se desarrollan en España (20D) vertebran todo el debate.
Hay perfeccionismo. “Siempre animo a no hacer la foto del angular limpia sino a hacerla con telex desde atrás o a buscar otras perspectivas”. “A lo mejor un día perdemos el play (hacen un mejor trabajo Reuters o AFP) pero luego quedan imágenes icónicas que van a funcionar mejor a lo largo de la historia cuando se hable de un partido concreto”. Esta referencia a las elecciones vale para describir cómo se trabaja en otros escenarios, como el de los refugiados. “Estás produciendo y enviando al cable pero luego guardas una serie de fotos para que quede algo más personal. Es una manera de motivar a los fotógrafos, para que piensen qué quieren hacer”. “Luego está el brainstorming tras el envío. ‘¿Estás contento con la foto? Sí. ¿Se podía haber hecho mejor? Sí. ¿Por qué no la has hecho mejor, si tenías una buena idea?’. Intentar que el fotógrafo piense y se martirice sobre por qué no lo ha hecho mejor. Porque yo creo que una foto siempre es superable”. Debe haber alguien, cree Morenatti, que además de felicitar sea capaz de suscitar progresos.
Cuando se le dice a este profesional que según algunos testimonios es muy trabajador (ejercicio físico, cursos de idiomas, un Master reciente) le sale desmentirlo: “He vivido, he fumado mucho, bebo, me lo paso bien de noche, no soy el monje que a las 10 se va a dormir”. No obstante, la conversación sugiere que su perfil sí puede ajustarse al término currante aunque él lo llame de otra forma: “Hay una disciplina más que un trabajo duro. Es la que te hace no perder la concentración”. “Te concentras, te sale. No te concentras, no te sale. No tiene otra fórmula”. “Hay fotos en las que en esa concentración se ve que hay un adiestramiento detrás, un entrenamiento físico y mental”, concede finalmente.
Casi 30 años en la profesión dan para muchas elipsis, y algunas historias acaban destapando otras como matrioskas. “Si uno quiere dedicarse a esto sabe perfectamente que si te colocan en un sitio como Gaza, donde estuvimos 25 días aislados en la parte sur de la franja, casi sin comer más que alimentos básicos, cargando baterías y ordenador sólo en hospitales y viviendo ese drama que vive la gente que sufre guerras sobre todo psicológicas, tiene que estar medio fuerte”. “Ves cómo otros periodistas colapsan y dices `Yo por ahí no puedo pasar. Yo tengo que estar fuerte’”.
En una profesión de alta tensión, cada uno busca su truco para evitar que la mente acabe girando como un derviche. “Al principio, cuando me tocaba hacer como 100 corridas de toros al año en Sevilla, cada vez que entraba a la plaza hacía un ejercicio de respiración que me salía de forma instintiva y después me ha servido mucho. Decía ‘Soy un japonés. Esa foto no la he hecho. Y esto qué es’. Le ponía el interrogante a todo. Eso me hacía no caer en el tedio, en la desidia. Observar con frescura, mirar con pasión cualquier evento”. Aplica esa misma “mirada marciana” a los asuntos de ahora, como los comicios. “Que el marciano tenga una idea de quiénes son esas personas y qué hacen cuando asisten a un evento electoral”.

El fotoperiodista Emilio Morenatti, conversando. Foto: Jon Bradburn.
Llegará a decir “No me interesa el candidato” y “Hay que buscar al que escucha más que al que está hablando”. Por eso entre las fotos mostradas están la de un globo que tapa la cara de Mariano Rajoy y la de un conjunto de líderes de Podemos donde la verdadera protagonista es la composición, tan compleja que recuerda a Las Meninas. Después, ante la protesta de los asistentes (“Si llegas sin la foto del candidato te echan una bronca”), matiza pero insiste: “Hace falta arrojo. He pasado por ahí también. Te piden la foto, dejarte de tonterías. Eso no quiere decir anarquía y que hagas lo que te dé la gana, pero creo que vamos muy atrás en el sentido del borreguismo. Lo veo todos los días. Hay fotógrafos que lo pueden confirmar. Hay que acabar con él. Los líderes se dan la mano porque ven al grupo de fotógrafos. Si no, no se la darían. Y se la dan cuatro veces porque los fotógrafos lo piden. Eso es una barbaridad”. “Cuando estoy formando parte de un pesebre o un corralito, intento salir de eso”. “En algunos mítines me quito la acreditación oficial y voy como público”.
“Somos los fotógrafos los que provocamos las situaciones”, dice mencionando los tumultos de los reporteros gráficos en eventos pensados para la televisión donde no se ha planificado bien el espacio para ellos. “En La Casa Blanca hay editores que te aconsejan sobre la lente para cada tiro, la luz, la temperatura… Aquí eso no existe. Nosotros hemos contribuido a hacer que todo esto funcione mal”. Alguien entiende que se está contradiciendo (“quieres libertad para ejercer tu tarea pero luego pides que te marquen las normas”). Morenatti aclara: si el espacio está bien pensado, como suele suceder en unas Olimpiadas, se entiende; si es una encerrona para que captes sólo una escena determinada, hay que rebelarse. Insiste: “Si hubiera una manera de hacer que el borreguismo fuera a menos, sería un bien para la profesión”.
Lejos de los eventos organizados quedan Afganistán, Siria… “A ver cómo se va a enfrentar la Humanidad a ese intervalo no contado de la Historia en algunos lugares, de no saber qué es lo que está pasando, o de saberlo cuando ya es demasiado tarde para los genocidios y las brutalidades”. Morenatti hace referencia a los periodistas locales en los que se apoya AP, fotógrafos que a veces pueden tener una mirada menos fresca sobre la actualidad pero que garantizan el acceso a las escenas básicas y llegan a lugares inaccesibles para los reporteros occidentales. “Mi misión es coordinarlos, intentar adiestrarlos, que consigan imágenes cada vez más potentes con ayuda de nuestra experiencia”.
Morenatti quiere enseñar, ayudar a otros con lo que le sirvió a él. Pero reduce distancias jerárquicas mencionando continuamente la calidad de los trabajadores o colaboradores de AP, algunos de ellos presentes en la sala: los juegos de luz de Daniel Ochoa de Olza, las mejores fotografías de Francisco Seco, Andrés Kudacki, Santi Palacios… “Hay un trabajo currado y sobre todo de saber ver”, dice de varias imágenes de Paul White. También se dirige entre la admiración y la guasa a colegas de otras agencias que están en la tertulia, como Juan Medina, de Reuters (“Tú podías haber dado esta charla”).

Fotógrafos y periodistas en La Tertulia Infinita 17. Foto: Jon Bradburn.
Al mencionar la relevancia creciente de contenidos generados por los usuarios (CGU) se le escapa la desafección por el esfuerzo de comprobación que requieren: “Conseguir el origen de una foto que ha sido 200 o 300 veces tuiteada es casi imposible”. Habla de filtros muy estrictos y de un equipo humano específico que se dedica a la verificación en AP: La credibilidad es el principal valor de una agencia y “cuando hay dudas la foto no se da”, aunque se haya trabajado mucho en ella.
Lo peor para una agencia es tener que hacer un photokill o retirada de una imagen, porque obliga a rectificar a muchos medios. Pese a todas las cautelas también le ha sucedido a AP. Ante la pregunta de un tertuliano Morenatti confirma que uno de esos errores fue propio: tuvo que recular con una foto, pero no porque fuera falsa, sino porque sus derechos de autor no estaban garantizados.
Alérgico al fotógrafo que interfiere, el invitado no cree siquiera que deba apartarse una botella de agua de un atril. “No puedes tocar nada de lo que fotografíes”. En AP las fotos no se retocan más allá de lo básico. De Photoshop se admite “lo que se hacía en el cuarto oscuro: el contraste, los niveles… Y se puede llegar a reservar alguna parte muy sutilmente, pero el original de la cámara no debe diferir excesivamente de la foto manipulada”. Sí se prohíbe de modo expreso la herramienta que ofrece este software para clonar (cortar y pegar motivos dentro de la imagen o de una imagen a otra). “El clon acaba con la carrera de un periodista”. Varios fotógrafos han sido expulsados de medios por manipular en esa línea: “Tiran tu archivo entero a la basura”.
¿Piensan los fotógrafos en términos de buenos y malos cuando disparan? De la respuesta se deduce que tratan de no hacerlo pero que es difícil evitarlo. “Trabajábamos en Oriente Medio en la primera intifada, con muertos en los dos bandos. Los fotógrafos éramos las únicas personas que íbamos de un lado al otro del muro. En un solo día hacíamos funerales en los dos lugares. Yo puedo estar más de acuerdo con un bando que con otro pero el ejercicio era bestial. Era como si hubiera un comité evaluador que fuera a ver mi foto y me dijera “Eh, has metido muchas más fotos de esto que de esto y además son mucho mejores aquí que acá”. En AP me grabaron la disciplina a fuego: como eres internacional, tu papel aquí es de imparcialidad. No se te puede ver el plumero”. Fue difícil pero Morenatti le agradece aquella enseñanza a maestros de entonces como Enric Martí. Ahora trata de repetir esa formación con su equipo: “No nos puede condicionar la realidad que fotografiamos”. En la tertulia, ha intentado poner el mismo número de imágenes “sospechosas” (como la del globo) de cada partido político.
En los últimos años la vida de Morenatti se ha simplificado porque la crisis reduce los encargos para el extranjero y pasa más tiempo en Barcelona, donde está su sede profesional y familiar. No hay nostalgia, y expresamente ha pedido centrar su charla en lo que AP hace ahora y no en lo que hizo él personalmente en “aquellos años” (2008, 2009, 2010). Pero algunas preguntas hacen que las fotos en sepia vuelvan a color: “Vivir por ejemplo en Pakistán y hacer empotramientos con las tropas o estar durmiendo en campos de refugiados no es una vida fácil pero es tan emocionante que te das cuenta de que llevas meses sin dormir bien y que el cuerpo aguanta”.
“Recuerdo una época muy interesante, muy intensa, cuando completé uno de mis mejores años fotográficos, antes de que me hirieran”. Esa es la única mención en toda la charla al ataque con explosivos que le costó parte de la pierna izquierda en Kandahar en 2009. Otra remontada basada en disciplina sin perder la sonrisa. “Nos tocó vivir en sitios muy emocionantes pero al mismo tiempo muy sacrificados”. El “nos” hace referencia a su mujer, Marta Ramoneda, que le acompañó en muchas de esas etapas, otra fotógrafa “marciana” que se internaba sin burka en sitios donde no había presencia femenina. “Os podéis imaginar la intensidad del lugar. Como entrar en la máquina del tiempo”.
Con una hija de dos años, hay otro bebé en camino. “Ahora lo paso mal pensando en aquellas imágenes que hice de nenes muertos, o las de esos inmigrantes que me toca editar que vienen del Mediterráneo por Grecia. Digo ‘Hostias (sic), no sé si sería capaz de hacer esas fotos que hacía antes’. Empiezo a estar condicionado. Con una cría… la veo reflejada en eso”.
¿Por qué Aylan sí y otros niños muertos no? Morenatti es incapaz de ofrecer un motivo concreto, pero defiende la imagen porque impacta y es lo que se necesita para visibilizar dramas y cambiar las cosas. “Yo animé a la gente a ver la foto. Había que hacer algo”. El resultado, la movilización de la gente, justifica su publicación. “Quiero crear impacto con mi fotografía, quiero que la realidad llegue a un mayor número de personas”. Así interpreta también los premios que recibe: si sirven para que se debata y se tome conciencia sobre determinadas situaciones, bienvenidos sean. “Mi objetivo es ese, no vender más copias”.
Ha llegado en moto. Tiene un aspecto juvenil y un acento andaluz combinado con otras cadencias más difíciles de identificar. Parece vivir en positivo, lleno de energía. “Tengo la suerte de que lo he conseguido. He conseguido llegar a donde nunca imaginé que iba a llegar, a representar a una agencia importante, estar en sitios importantes y tener el lujo de contar una buena historia”. Lo dice con un deje de pesar por el contexto nada favorable para tantos compañeros que no trabajan, lo hacen en condiciones precarias o no pueden ejercer su profesión donde desean. “Hoy es casi una utopía llegar a ser fotógrafo y cuando lo consigues tienes que mantenerte”.
“Hay una frase muy buena de [Manuel Pérez] Barriopedro que dice ‘El fotógrafo tiene la habilidad de llorar y reír en décimas de segundo’, y creo que eso define nuestra profesión”, dirá Morenatti en un momento del encuentro. Aquí una muestra de ese trabajo en el filo:
- [La Tertulia Infinita 17 Especial Navidad se celebró en la Champañería-Librería María Pandora, Madrid, el 17 de diciembre de 2015. Gracias a Luis Miguel Madrid, su dueño].
- Fotografías de Emilio Morenatti: Portafolio 2008, crisis económica en España; industria minera; fotografías en AP;
- Galería de La Tertulia Infinita 17 – Especial Navidad 2015 (Jon Bradburn).
- Colaboran con La Tertulia Infinita: FronteraD y Librerantes.
Especial Navidad: fotoperiodismo de agencias con Emilio Morenatti
Publicado: diciembre 14, 2015 Archivado en: tertulias | Tags: corresponsales, Emilio Morenatti, fotoperiodismo, tertulias Deja un comentarioEl jueves 17 de diciembre, a las 20.00 horas, hablaremos sobre el estado actual del fotoperiodismo de agencias con el responsable de producción fotográfica en España y Portugal para Associated Press (AP), Emilio Morenatti (@morenatti2004). Guerra de Irak, Afganistán, Gaza, Pakistán, Haití, Egipto, refugiados… Os invitamos a consultar su currículo. Es uno de los profesionales españoles más reconocidos internacionalmente y su trabajo se describe por sí mismo: portafolio de 2008, Pakistán ese mismo año e imágenes de la crisis y el declive de la industria minera en España.
Nos acoge de nuevo la Champañería-Librería María Pandora. Para hablar de fotografía, nos gusta la luz de Las Vistillas y la de sus velas. Os esperamos en La Tertulia Infinita Navidad 2015 (La Tertulia Infinita 17).
Entrada libre y gratuita. Wi-Fi disponible.
Tuitearemos el debate con las etiquetas #tertuliainfinita y #fotoagencias.
Colabora: FronteraD y Librerantes.
Refugiados: ONG que testimonien, periodistas que estén
Publicado: septiembre 30, 2015 Archivado en: tertulias | Tags: ACNUR, aylan, ayuda humanitaria, Bashar al Assad, Ceuta y Melilla, conflictos, corresponsales, Dignity I, guerra, Hungría, inmigracionalismo, inmigrantes, ISIS, Manu Leguineche, medios, Mediterráneo, migración, ong, Oriente Próximo, periodismo internacional, refugiados, relaciones internacionales, Siria, tercer sector, traficantes, Turquía Deja un comentario
“Nos invitaron la semana pasada a hablar ante los parlamentarios de la Unión Europea. Cuando llegamos allí nos encontramos la sala vacía. Y el acto respondía a una invitación de ellos. Se fueron a comer”, dice Fernando García Calero, responsable de Prensa de Médicos Sin Fronteras (MSF). Los refugiados “son cifras pero son personas”.
Entre abril de 2011 y julio de 2015, más de 350.000 recién llegados pidieron asilo en Europa. Desde el inicio de este año, 433.000 han cruzado el Mediterráneo para llegar al continente, según la Oficina Internacional para las Migraciones (OIM). Son cifras tan demenciales que dejan de afectar, se dice en La Tertulia Infinita 16. Hay que humanizarlas para que haya voluntad de cambio, ¿pero quién debe hacerlo?
Un encuentro de hora y media con Guillermo Algar (MSF), Fernando G. Calero (MSF), Pilar Cebrián (Elconfidencial.com, Antena3 TV), Miguel Ángel Rodríguez (Cruz Roja), Manuel Sobrino (Red Acoge), Anna Surinyach (MSF) y Celia Zafra (Médicos del Mundo) queda corto para llegar al fondo de una crisis tan grave como la de los refugiados, pero aclara el análisis.
Cada uno aprovechando la fortaleza de su organización (o la libertad del freelance, en el caso de Cebrián), todos han trabajado en los últimos meses con las herramientas que da el periodismo para concienciar de la mayor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial. El potente músculo de Cruz Roja (presente en todos los países del mundo) y de su unidad de comunicación de emergencia; el buen hacer sanitario y testimonial de Médicos Sin Fronteras; el trabajo “artesanal”, local, necesario, de Red Acoge; la batalla por una atención sanitaria para todos –incluidos los inmigrantes– que impulsa Médicos del Mundo…
El Tercer Sector afina su mensaje y aporta cada vez más contenidos periodísticos completos, algunos tan atractivos que encajan directamente en los medios. Pero los invitados rechazan tanjantemente sustituir a la Prensa. “Las ONG tienen una parte de responsabilidad y un campo de acción pero hay otro campo de acción que no depende de ellas”, dice Miguel Ángel Rodríguez, responsable de Comunicación Externa de Cruz Roja, para quien “la información tiene que ser contada por periodistas de raza que van al terreno y se lo curran”. Anna Surinyach, miembro del equipo audiovisual de MSF, pasó el verano de 2015 fotografiando rescates y muertes desde el barco Dignity I de la organización. Asegura que no puede cargarse todo el peso del fenómeno a las ONG, cuyo principal papel es el de dar testimonio para generar debate: “Podemos ayudar a los periodistas a que sigan denunciando, contando, y actuar sobre el terreno en sitios como Siria donde están realmente los focos de la crisis. Nosotros damos testimonio pero se necesita contrastar información, se necesita a periodistas sobre el terreno que cierren el círculo”.
Calidad periodística
“Hay periodistas buenísimos que tienen las alas cortadas”, dice Surinyach. Se menciona a empresas que dejan viajar a sus reporteros sólo si el tema se ha vuelto muy mediático o si una ONG paga el viaje. “Algunas no nos hemos subido a ese carro y hemos decidido que no se paga el viaje a los periodistas”, afirma G. Calero.

De izquierda a derecha: Manuel Sobrino, Anna Surinyach, Fernando G. Calero, Miguel Ángel Rodríguez. Foto: Jon Bradburn.
Pese a todo, Guillermo Algar cree que la cobertura española desde que la crisis saltó a la Grecia continental “ha sido en muchos casos de chapó” y que “han ido muchos periodistas, freelances o miembros de plantilla”. La conversación frecuenta referencias a medios especializados que están contando el fenómeno con ejemplaridad: Desalambre (Eldiario.es), Planeta Futuro (El País), Países en Conflicto (RNE)… También se mencionan firmas modélicas en su tratamiento de la migración: Xabier Aldekoa, Alberto Rojas, Nicolás Castellano, Yolanda Álvarez (que se ha acomodado silenciosamente entre el público). No se nombra a Pepe Naranjo pero su trabajo está ahí (“Hay periodistas que han hecho en bus o caminando las rutas desde Senegal o Mali hasta Marruecos para contar qué pasa con los inmigrantes”). Se alude también a fotógrafos, de Olmo Calvo a Samuel Aranda. Rodríguez dice que España dispone de «una gran pléyade de corresponsales muy buenos» pero que no disponen del apoyo que tenían los antiguos miembros de la tribu, «corresponsales históricos como Manu Leguineche, Vicente Romero, Rosa María Calaf o Carmen Sarmiento».
En África subsahariana, dice G. Calero, más allá de la agencia EFE sólo hay un corresponsal fijo de periódicos, radios o televisiones españolas: Eduardo S. Molano, de ABC. «Onda Cero, segunda emisora de radio española con más audiencia, tiene dos personas en la sección de Internacional. Europa Press, segunda agencia española, 4», recuenta. Inevitablemente reaparecen los pagos irrisorios actuales a los freelance: 35 euros por una crónica desde Siria, 40 por una pieza desde África.
Pilar Cebrián, reportera freelance, ha dedicado 18 días (entre preparación y ejecución) a seguir a un grupo de personas en su periplo de Turquía a Suecia. 10 de ellos están recogidos en el diario de El Confidencial “En ruta con los refugiados”, y refleja a ratos una experiencia nada agradable: “La policía macedonia reacciona empujando todavía más a la masa y cunde el pánico. Gigi y yo intentamos agarrarnos a una barandilla para respirar hasta que una trabajadora de Naciones Unidas nos agarra del brazo y nos saca de la multitud”. La periodista prefiere no centrarse en la queja económica: “Sí que es verdad que ahora mismo las guerras se cubren con freelance, los medios ya no contratan corresponsales, pero eso es algo que hemos aceptado. Esta cobertura ha sido financiada por el medio y he tenido su respaldo. Algunas coberturas son más fáciles que otras”.
El periodismo de datos ha mostrado gran utilidad. Celia Zafra, responsable de Comunicación de Médicos del Mundo, destaca dos reportajes en Eldiario.es: uno de Carmela Negrete que fue de los primeros en destacar el positivismo con el que los alemanes recibían a los refugiados, y otro que mostraba la escasa relevancia del número de refugiados que en esos momentos proponía la UE y rechazaba el gobierno español: “Era una cosa tan ridícula…”. Cualquier persona que compruebe las cifras de riqueza en Europa, de PIB de cada país, y las compare con las de los países que más están acogiendo a refugiados –en Líbano, en Irak, Turquía- verá que estamos muy lejos de todo eso. Aquí en España 15.000«, apunta Sobrino. “Lo que acepta el Gobierno supondría un incremento del 0,04% de la población. Como El Escorial. Dividido entre toda España no es nada”, calcula G. Calero.
Los periodistas son fundamentales para romper estereotipos. Si todos los refugiados sirios llegasen a ser acogidos, supondría que Europa pasara de un 4% a un 5% de población musulmana, asegura G. Calero. Se explica, como se hizo en La Tertulia Infinita 10, que el de “Hay mucha presión por la inmigración ilegal” es un mensaje frecuente pero no necesariamente cierto, igual que otras afirmaciones que insisten en el paro que los inmigrantes provocan. “Tenemos una misión y es acabar con el discurso del miedo, que impera en esta materia desde hace muchos años”, recalca Manuel Sobrino, responsable de Comunicación de la Red Acoge, que lleva años trabajando contra el inmigracionalismo, el tratamiento sensacionalista o temeroso de la migración.
Las causas, los por qués
Alguien pide antes del encuentro que preguntemos quién o qué ha provocado esta “estampida”, cuáles son sus causas. Pilar Cebrián apunta numerosos flancos: Bashar Al Assad hizo una llamada a los reservistas para reforzar su Ejército, lo que ha hecho huir a muchos hombres de mediana edad; el buen tiempo y la buena marea que se dan ahora son siempre causa para emprender este viaje; Macedonia relajó en junio el paso por sus fronteras; tras cuatro años llevando a gente a Europa desde Turquía y el Norte de África, los traficantes han bajado los precios [el viaje de Siria a Grecia costaba hace dos años unos 10.000 euros, nos dirá después la periodista, y ahora está en unos 1.200]; Alemania hizo unas declaraciones que provocaron un pequeño efecto llamada; y el Gobierno sirio está facilitando ahora pasaportes a quien los tiene caducados. “Se dice que Al Assad quiere vaciar el país de opositores”.
Fuera de la tertulia se habla también de que Turquía ha abierto la espita para presionar a la UE, pero la mayoría de los invitados creen que bastan las guerras temibles que han vivido Afganistán, Irak y Siria en los últimos 15 años para provocar el éxodo. Sin más. La mitad de los sirios ya se ha tenido que desplazar por una guerra que supera los 200.000 muertos, ha generado el uso de armas químicas y ha dado a conocer la crueldad del ISIS. Los órganos internos se han descompuesto y nos preguntamos por qué el paciente vomita. “Sabemos desde hace muchos años -narra Rodríguez- que esto iba in crescendo. No les queda otra que abordar la travesía, travesías infinitas”. Lo nuevo, dice este periodista cooperante, no son las cifras, que aumentan por la climatología y la dureza de los conflictos: «Lo verdaderamente nuevo es la falta de compromiso”.
Aunque suene a argumento manido, cuando se indaga sobre los malos malísimos tras el fenómeno varios invitados subrayan que sigue habiendo traficantes de armas tras las guerras y traficantes de refugiados que se frotan las manos con cada cierre de frontera. Esa es la realidad. Y mientras la crítica ha ido creciendo hacia las autoridades europeas, en la tertulia hay quien se pregunta por otras actuaciones como la de ACNUR, la agencia para los refugiados de Naciones Unidas. Guillermo Algar, la enciclopedia silenciosa tras algunos de los datos de esta conversación, explica intentando no pisar charcos por qué no le gustaría estar en el lugar de este organismo que “pasa estrecheces para cubrir necesidades básicas de campos de refugiados”: “Deberíamos saber qué tipo de organización es, bajo qué paraguas está. El director general de ACNUR fue presidente de Portugal y presidente de la Comisión Europea [António Guterres]. Es un organismo formado por los estados que contribuyen a las Naciones Unidas y que no contribuyen totalmente a la financiación que necesitan las operaciones de ACNUR. Quizá a veces ponemos expectativas muy altas en determinadas instancias sin conocer cómo funcionan”. La agencia, recuerda, no es una ONG.
También Frontex, la agencia de vigilancia de fronteras externas de la UE, se ha quejado de que sólo cuenta con el 16% del material solicitado a los Veinticinco para hacer su trabajo. “Es cuestión de la opinión pública preguntarse por qué los gobiernos no están pagando a estos organismos”, dice una participante en la tertulia. Asegura que: “En este momento hay más de 6 millones de refugiados en los países pobres. Que estemos hablando de Europa…”
Hay que fijarse en la traslación nacional y local de toda crisis internacional, fiscalizar lo que hacen los gobiernos propios. Las ONG no están para sustituir a la prensa, pero tampoco a ellos. “No tenemos que poder hacerlo [solventar los conflictos]. Es nuestra responsabilidad incorporarnos a la parte de la solución, pero quien tiene la obligación no somos las ONG”, ha insistido Zafra.
La mañana de la tertulia, Bruselas ha expedientado a España y a otros 18 países para que traspongan la ley de asilo europea. “Cuando gaseábamos en Ceuta y Melilla no pasaba nada. Lo de la estación de Hungría parece salvaje, pero aquí, siendo personas que también proceden de Siria y están solicitando la misma ayuda, o viniendo de sitios de África con peligros como Boko Haram, Europa no puede y nosotros no podemos”, compara Sobrino.
El marco país
El procedente de Turquía “es otro tipo de éxodo” dice Zafra. Por ejemplo, «la formación de los refugiados que están llegando de Siria no es la misma que en el caso de los inmigrantes africanos”. Pero esta diferencia (refugiados e inmigrantes) con que muchas autoridades se protegen es para varios tertulianos una cortina de humo. Surinyach se sorprendía con el debate marciano al llegar a Barcelona. “¿El problema es si son refugiados o inmigrantes? Personas que vienen de Eritrea, de Mali, que llevan 7 meses viajando. Los sirios al menos tienen dinero para pagar el trayecto, pero esa otra gente sufre durante los viajes torturas, violaciones, abusos, ven morir a otros… Que no me digan que los vamos a devolver a su país. Es surrealista”. El choque con la realidad de los refugiados cuando bajan del barco, “una burbuja de felicidad porque les acabas de rescatar”, es brutal. La escena se llena de “extraterrestres” que les examinan, les preguntan, les hacen papeles… “Ves todo lo que les espera, llegan superengañados”, dice la fotógrafa.
Zafra subraya el problema que se encontrarán los solicitantes de asilo en España por la situación creada con la reforma sanitaria de 2012. “Desde que solicitan la cobertura sanitaria hasta una primera cita pasan cinco meses. No tienen derecho a atención primaria hasta que no se les concede el derecho de asilo. Mientras tanto, son inmigrantes en situación irregular a todos los efectos”. El trauma es uno de los puntos clave en todos los conflictos, pero la atención psicosocial no está cubierta.
Cebrián propone entender a los inmigrantes no sólo como seres humanos sino también como futuros cotizantes: “En Suecia son conscientes de que hay que ayudarles con el idioma y el empleo para que se integren de verdad en la sociedad. Me parece muy interesante para países tan envejecidos como España. A lo mejor hace falta ese cambio de mentalidad: comprender que no solamente es solidaridad y caridad sino también cierta lógica económica. Es algo que se están planteando en Alemania. The Economist decía estos días que muchos países de Europa del Este que se han opuesto a las cuotas son países que no encuentran trabajadores en sectores como tecnología o construcción. Los refugiados cubrirían esas ofertas de empleo. Hay que hacer un esfuerzo por integrarlos”.
“El Gobierno español se tiró 30 días de julio y agosto sin hablar de refugiados. Las portadas de referencia poniendo día tras día refugiados, y esto antes de la famosa foto del crío, han obligado a que al menos se reconozca [la situación]. Al final entre los medios y probablemente la señora Merkel han hecho que seamos el tercer país en número de acogida”, dice Algar.
El lugar se ha llenado de gente. Esta vez no podemos colocarnos en círculo sino en formato conferencia. Algunas personas no caben en el salón de actos y se van. Los que quedan escuchan con enorme atención. Hablan sobre todo G. Calero y Rodríguez. Hace calor. Abrimos las ventanas a Lavapiés. Cuando advertí por email que esta vez beberíamos solo agua porque no estaríamos en una cafetería un invitado contestó: “Agua en una librería que se llama Traficantes de Sueños http://www.traficantes.net para hablar de refugiados me parece lo más apropiado”. Al final de la tertulia propiamente dicha se desencadena entre libros y bombillas una conversación tumultuosa y animada. Es el post-debate, que a veces deshoja afirmaciones muy interesantes pero que ya no son para contar.
«La población -dice Sobrino- está dando una lección de dignidad a sus propios políticos. Es bochornoso”. Hay que seguir estando por delante y presionar. Esa es la idea que parecen compartir todos los invitados, y requiere una alianza con los medios. Rodríguez, que alude a conceptos como “genocidio silencioso” y “travesías infinitas” para narrar lo que está pasando, advierte al final de la tertulia que a partir de ahora la ética será fundamental, y que no es lo mismo colocar en portada un refugiado gaseado que uno tirando una piedra. “La xenofobia posiblemente crezca. Cómo titulen los medios, qué fotos pongan, cómo expliquen las informaciones, va a ser crucial para configurar la opinión pública más allá de lo que hagamos las ONG”.
- Galería fotográfica de La Tertulia Infinita 16.
- Cómo puedes ayudar a los refugiados.
[La Tertulia Infinita 16 se celebró en la librería Traficantes de Sueños de Madrid, el 23 de septiembre de 2015. Gracias a Blas por la ayuda].
#TertuliaInfinita16: refugiados, una visión desde el periodismo y las ONG
Publicado: septiembre 18, 2015 Archivado en: tertulias | Tags: ayuda humanitaria, Balcanes, crisis, Grecia, Hungría, Mediterráneo, migración, ong, periodismo, periodismo internacional, refugiados, tercer sector, tertulias, unión europea Deja un comentarioPaíses que abren y cierran fronteras. Políticos que discuten. Patada a un padre con hijo. Bebé muerto en la orilla. Trenes atestados. Cargas policiales. Lanchas que vuelcan. Lanchas que no.
Teníamos ganas de detenernos en las ONG, con capacidades informativas que en ocasiones superan ya a las de los medios internacionales. Con la mayoría de los reporteros españoles que cubren este gran éxodo de nuestro tiempo donde tienen que estar (en el terreno), nos apoyamos en periodistas del Tercer Sector para entender los acontecimientos. También en la reportera Pilar Cebrián, Premio Joven 2014 de la Asociación de la Prensa de Madrid, que acaba de acompañar a un grupo de refugiados en su viaje desde Turquía hasta Suecia.
El cartel está muy lleno, y todavía puede ampliarse. Sobre todo con vuestra participación.
Invitados, por orden alfabético:
- Guillermo Algar, @guillermoalgar. Responsable de prensa. MSF España.
- Pilar Cebrián, @pilarcebrian. Periodista freelance para El Confidencial y Antena3 TV.
- Fernando García Calero, @fernandogcalero. Responsable de prensa. MSF España.
- Miguel Ángel Rodríguez,@MARodriguez1971. Responsable de Comunicación Externa. Cruz Roja.
- Manuel Sobrino, @msobrinof. Responsable de Comunicación. Red Acoge.
- Anna Surinyach, @surianna. Fotoperiodista. MSF España.
- Celia Zafra, @celiazafra. Responsable de Comunicación en Médicos del Mundo.
Nos vemos en Traficantes de Sueños. Con la colaboración de FronteraD y Librerantes.
Marc Bassets: “Washington es la Bruselas de las Américas”
Publicado: julio 22, 2015 Archivado en: tertulias | Tags: #EEUU2016, @globograma, Ángela Merkel, élites, Bruselas, campaña electoral, Casa Blanca, comunicación política, corresponsales, diccionario político, diplomacia, Edward Snowden, EEUU, El País, embajadas, Felipe Sahagún, fuentes de información, Grexit, Hillary Clinton, imagen país, imagen política, Internet, Irán, La Vanguardia, Latinoamérica, Marc Bassets, Myriam Redondo, Nueva York, Obama, pacto nuclear, periodismo internacional, periodistas, racismo, rusia, the new yorker, transparencia, Ucrania, unión europea, Whistleblowers, William Safire Deja un comentario“Soy cauto al emitir juicios de valor”. “No debemos opinar de lo que cubrimos”. “Necesito tiempo para sopesar”. “Conviene un poco de perspectiva”. Achtung, heads up, paren las máquinas: un corresponsal con mentalidad científica en esta era rápida de fronteras movedizas entre periodismo y posicionamiento personal.

Marc Bassets, en The Toast Cafe. Foto: Mª Ángeles Martín
Se diría que cada vez que lanzamos una pregunta a Marc Bassets (Barcelona, 1974) la deja caer sobre la mesa como un pequeño ratón. La mira –en realidad mira una una libreta de notas que ha traído-, la disecciona mentalmente, concede no más de dos segundos al silencio y responde por partes. Siempre un doble empeño: “Espero ayudarte a entender las cosas con rigor” y “No quiero parecer presuntuoso”.
Estamos ante un periodista de grandes capitales. 15 años de experiencia repartidos entre Bruselas, Berlín, Nueva York y Washington. Ha trabajado sobre todo para La Vanguardia. Desde hace un año y tres meses, para El País. Hablar con alguien que pisa el terreno ayuda a deshacer estereotipos sobre los países. Aunque Bassets dibuja una política americana que “es como una película, siempre con sorpresas”, desmonta con golpe seco mitos e imágenes asentadas. Ese Barack Obama sobredimensionado por los medios, siempre cómodo y sonriente ante audiencias masivas, es en palabras de este reportero alguien retraído, reflexivo, introvertido: “No es expansivo ni natural como Bill Clinton o George Bush hijo, que si estuvieran aquí ya serían amigos de todos vosotros y os habrían contado una anécdota relacionada con vuestras vidas. Él lo mira todo con distancia y lo procesa. Es un intelectual”. El presidente de EEUU es un posibilista, un conocedor de la realpolitik: “Aunque se ha destacado su idealismo, no tiene grandes ideas para transformar el mundo. Sabe cuáles son las cartas con las que juega y busca la mejor solución”.
Ahora que vuelve la Obamanía por el Pacto Nuclear y otras victorias como el matrimonio homosexual, el reportero subraya todos los logros del presidente (reforma sanitaria, ruptura de inercias con Irán y Cuba, recuperación económica de Estados Unidos tras la recesión…) pero también recuerda sus desastres. Hay guerras mal cerradas (Irák, Afganistán) y un claro fiasco de aquel reset con Rusia que Obama aventuró en sus inicios y que con Ucrania sobre la mesa suena a broma. Aunque le cuesta calificar, Bassets acaba poniendo al líder estadounidense un 6: “Pero el curso no ha acabado. Puede ser un 5 o un 8”. Después dirá también: “Hay que asumir los límites de un país y de una persona”.
Ha sorprendido la persecución de la Casa Blanca a los llamados whistleblowers, personas que denuncian irregularidades basándose en el acceso a información confidencial. Edward Snowden es el caso más conocido. Pero Bassets recuerda que la batalla contra las filtraciones se remonta a Daniel Ellsberg y niega que la relación del presidente con los reporteros sea peor que en anteriores administraciones. Lo que hay es tibieza: “Obama no tiene conexión emocional con la Prensa, pero tampoco con los congresistas. Esto le ha creado problemas a la hora de legislar. No ha sabido seducir, conseguir que se apoyen medidas como la reforma sanitaria”. Estamos ante un presidente que ni va a jugar al golf con políticos ni se toma un whisky con ellos o les llama para preguntar por su familia, dice el catalán.
Más castillos de naipes desmontados: el periodismo estadounidense no siempre es mejor que el español: “El bueno es espectacularmente bueno, pero hay periodismo americano muy malo. Las televisiones dejan bastante que desear como fuente informativa. Cada vez utilizo menos las de información continua, CNN, MSNBC, Fox… Han entrado en una dinámica ideológica, sensacionalista, que ayuda poco al corresponsal”.
El invitado es discreto cuando se le pregunta reiteradamente por aspectos como su abanico de fuentes o la relación de los reporteros españoles con la Embajada: “No es ni buena ni mala. No espero demasiado de las embajadas. Aventuro una teoría: quizá han perdido sentido. Por ejemplo, en el gran asunto entre manos, el acuerdo comercial, es por la vía de la Unión Europea como EEUU se relaciona con España. La embajada española queda un poco desdibujada”. Ante la curiosidad sobre sueldos de los corresponsales o limitaciones impuestas desde su sección en Madrid, también diluye respuestas para evitar que suenen a crítica: “Hay una negociación, hay que ceder y tiene que haber un equilibrio entre el reporterismo y las llamadas breaking news. Comparando con mis años en La Vanguardia, creo que cada vez es más la delegación la que autónomamente propone y marca la agenda”. A pregunta de Jaime G. Mora responde que no hay grandes diferencias en los temas elegidos por su medio actual y el diario de Barcelona.

Participantes en La Tertulia Infinita 15. Fotos: Mª Ángeles Martín
Como delegado de El País en Washington, este catalán coordina a las cuatro personas que trabajan con él en la ciudad, a la corresponsal del diario en Silicon Valley, Rosa Jiménez Cano, al corresponsal en Los Ángeles, Pablo X de Sandoval, y al periodista destacado en Nueva York, Sandro Pozzi, además de a otras dos personas que se incorporarán próximamente. Todo un equipo que demuestra la apuesta del periódico por América y en particular por América Latina. “Somos todoterreno, pero uno de nuestros reporteros se dedica especialmente a la población latina y los asuntos latinoamericanos. Washington es el Bruselas de las Américas. Hay sedes panamericanas como la OEA o el Banco Interamericano de Desarrollo. Cada semana hay ministros latinoamericanos allí”. Algo que ha pasado desapercibido a muchos: Elpais.com se presenta hace tiempo con cuatro pestañas: España, América, Brasil y Cataluña: “Trabajamos mucho para la edición americana, con jornadas muy largas e intensas. Después del horario español llegan otros horarios y otras pautas. Al menos las ruedas de prensa se concentran en horarios bastante decentes. Obama raramente habla más allá de las 3 de la tarde. Le gusta cenar en familia y allí cenan a las 18.30”.
Washington se parece a Bruselas por la existencia de tareas reiterativas. La cita obligada es la rueda de prensa de la Casa Blanca, a las 13.00 horas. “Hay rutinas pero hay muchas rutinas”, puntualiza Bassets para que se reconozca el esfuerzo que conllevan. La prensa internacional se concentra en el Foreign Press Center, ubicado en el National Press Building, donde El País tiene despacho. La sala de prensa de la Casa Blanca es muy reducida, y acuden corresponsales con plaza fija que deben solicitarlo. “Te comprometes a acudir todos los días, para nosotros algo excesivo. Es preferible solicitarlo específicamente el día que quieras ir”. Puede haber más ruedas de prensa: del Departamento de Estado, el Pentágono, el Capitolio…. Y además está el resto del país, que un día puede llamar la atención desde Ferguson y otro desde Nueva York.
El hecho de que asista a la tertulia Felipe Sahagún, corresponsal en EEUU en los años 70 y jefe de Internacional en RNE entre 1980 y 1986, da pie a un mano a mano de altura entre el periodismo de entonces (el de Cirilo Rodríguez y Jesús Hermida) y el de ahora, en todos sus frentes. Sí, el acceso a las élites de la Administración sigue siendo más sencillo de lo que pudiera pensarse en comparación con otras capitales. Y no, ya no se desayuna leyendo el periódico en papel; esto se deja en todo caso como capítulo final. Bassets da por descontado que Internet “nos hace mejorar” y destaca el valor pedagógico de nuevos medios como Vox.com en la narración diaria de EEUU.
El reportero relata también su seguimiento del Pacto nuclear en Viena. Aunque ha publicado informaciones con humor (leer La diplomacia del balcón), dice que ha sido una de sus coberturas más difíciles. Cómo escarbar desde el espacio habilitado para la prensa -una lona frente al hotel donde se reunían los líderes- cualquier indicio mínimo de noticia. Un asistente, Gregorio Vázquez, pregunta si en materia de seguridad el pacto no es una mera prórroga para que Irán fabrique la bomba: “Es una crítica muy sólida”, admite Bassets.

Bassets, en un momento de su diálogo con Felipe Sahagún. Fotos: Mª Ángeles Martín
Con Rusia no percibe verdadera guerra fría: “En Viena John Kerry y Serguei Lavrov trabajaban codo a codo para levantar las sanciones a Irán mientras EEUU sancionaba a Rusia por Ucrania. Es como un ajedrez en partidas simultáneas, no un blanco y negro”. Con relación a Europa recuerda que Obama no se siente vinculado al continente y ha perpetuado la vieja exigencia norteamericana de que haya un interlocutor político único. La elegida ha sido la canciller alemana Angela Merkel. Hay preocupación por Grecia más allá de lo económico: “Para EEUU, es un estado clave desde la Segunda Guerra Mundial. Está en la OTAN. Entró en la Comunidad Europea antes que España y Portugal no porque estuviese más preparado que ellos sino porque es pieza básica en el Mediterráneo. Cerca de Turquía, Rusia o Los Balcanes, los americanos temen que el país se acerque a la órbita putiniana”.
Vuelta al escenario nacional, con campaña electoral por delante. Sería una sorpresa que Hillary Clinton no fuese la candidata demócrata elegida para los comicios de 2016, pero en el caso republicano hay una competencia más abierta y por ahora destacan Jeb Bush y Marco Rubio: “Bush es un buen político. Con experiencia. Inteligente. Le escuchas y convence. Pero tiene un problema: se llama Bush. Marco Rubio tiene menos experiencia. Es más bisoño. Pero miras su cara y ves el futuro de EEUU. Mestizo. Hispano”. A un lado del ring, Bassets imagina a Rubio, joven de origen humilde, hijo de inmigrantes de 44 años; al otro lado a Clinton, una mujer que salió por primera vez en la prensa en 1968 y que desde entonces no se ha bajado de ella. Dice que en campaña el equipo de El País tratará de combinar el seguimiento de la politics (la política de declaraciones) con la policy (las grandes estrategias y planes de los partidos). Sin perder el pulso del país.
El hecho de que la mujer de Bassets sea periodista y que a ambos les guste la vida nómada hace que la familia resista bien en un destino que el corresponsal Gary Younge acaba de abandonar por motivos varios entre los que está el racismo que quiere evitar a sus hijos. Bassets tiene hijos, pero no cree que EEUU sea un país mucho más racista que otros: «Sin un cierto estatus económico, eso sí, es muy duro”.
Un libro para entender EEUU: el diccionario político de William Safire, redactor de discursos de Richard Nixon. Un periodista básico para seguir la Casa Blanca: Mike Allen, de Politico.com. Un trabajo propio: un viaje sobre la América de Obama con fotos de Guillermo Cervera que se publicó en tres entregas (el país de la revolución energética, la América profunda y las ciudades del viejo corazón industrial).
Estos ejemplos de reporterismo a fondo le acercan al periodista que confiesa admirar, David Remnick, editor de The New Yorker. Como en el caso de la revista, el trabajo de Bassets destaca por la escritura que se desliza pero también por la profundidad. El corresponsal combina en un mismo jugo sus pinceladas sobre lo que ve con los sesudos argumentos de analistas y think tanks.
“Ahora estoy opinando”, “En estos momentos hablo por mí”, sigue advirtiendo. Intentos honestos de mesura y asepsia. Dos participantes en el encuentro coinciden en una palabra que no es tan común para describir a un tertuliano ni al periodismo: temple.
- Galería fotográfica de La Tertulia Infinita 15
- [La #TertuliaInfinita15 se celebró en el espacio estadounidense @TheToastCafe el miércoles 8 de abril de 2014. Gracias a sus dueños, Claudia y Ryan, y al encargado, Ricardo].
- En colaboración con FronteraD y Librerantes.
#TertuliaInfinita15: Washington, capital del mundo, con Marc Bassets
Publicado: julio 17, 2015 Archivado en: tertulias Deja un comentario
El lunes 20 de julio a las 20.00 horas celebramos La Tertulia Infinita 15 con Marc Bassets (@marcbassets). Es corresponsal de El País en Washington (EEUU), que es como decir la capital del mundo, y viene de cubrir en Viena las históricas negociaciones para un pacto nuclear con Irán.
Nos vamos al bar estadounidense The Toast Cafe. Como siempre, entrada libre y gratuita.
Venid. Debatimos. Nos saludamos. Y después tenemos todos unas estupendas vacaciones.
[Con la colaboración de FronteraD y Librerantes].
Armada y Guardiola: de Bosnia a Siria, una inmensidad
Publicado: abril 19, 2015 Archivado en: tertulias | Tags: Alfonso Armada, audiencias, África, Bosnia, corresponsales, Estado Islámico, infoterror, John Cantlie, José Antonio Guardiola, José Couso, Mundo Árabe, periodismo audiovisual, periodismo bélico, periodismo estrella, periodismo internacional, propaganda, Ruanda, seguridad de los periodistas, Siria, yihadismo 1 comentarioAtardece en la champañería María Pandora. “El paisaje desde aquí es apasionante”, apunta José Antonio Guardiola refiriéndose al local, las velas, las miradas. “Para nosotros también”, le contestan señalando la librería a sus espaldas. El periodista bromea: “Siempre hay que ponerse en el lado del otro”. A eso vamos. A una tertulia que, como dice Alfonso Armada con guasa, tiene un nombre atractivo pese a la devaluación del término, por aquello de infinita: “Quedarnos aquí hablando toda la noche puede ser interesante. Igual descubrimos cosas que no sabíamos que sabíamos”.
La cita es sobre guerras porosas, un modo de llamar a esos conflictos aparentemente inconexos que terminan provocando erupciones de distinto color en toda la piel del planeta. De lo que más se hablará al final es de la dificultad creciente para relatar esa violencia dispersa y mutante.
Guardiola (Madrid, 1963) se declara admirador de Armada (Vigo, 1958) desde sus comienzos, cuando llegó a su primera cobertura internacional en Ruanda y Ramón Lobo le avisó de que lo hacía con retraso porque el corresponsal gallego ya se había ido. Nunca han llegado a coincidir ni en ese destino ni en otro exterior, aunque han buscado puntos de encuentro diversos en Madrid. Les preguntamos si la guerra de Bosnia y la de Siria son comparables como hitos que han marcado a dos generaciones de periodistas. Algún invitado joven nos sugirió en tertulia anterior que hasta que Siria apareció en escena parecía que el único periodismo internacional en España era el de la antigua Yugoslavia.
Ambos estuvieron en Los Balcanes pero creen que los dos conflictos no pueden compararse. “Gervasio Sánchez dice que la guerra de Bosnia fue una de las mejor cubiertas de los últimos tiempos. Creo que tiene razón. Yo estaba entonces en El País –cuenta Alfonso Armada- y pasamos siete por allí. La cobertura fue exhaustiva. Siempre había un enviado especial de El País en Sarajevo. Nos dábamos el relevo en Trieste. Con mucho espacio, muchos recursos”. Pero también hubo decepción: “Aunque como periodista lo que intentas es contar las cosas de manera más exacta y más apasionante posible siempre esperas que el resultado de tus coberturas acabe provocando algo en la realidad, y ahí uno empieza a descubrir que a pesar de la información tan exhaustiva de Sarajevo, de contar cómo una ciudad como Madrid estaba siendo bombardeada, al final los gobiernos europeos no reaccionaron. La guerra se prolongó más de la cuenta y el resultado fue un país imposible”.
Siria, prosigue Armada, no se está cubriendo: “Se han publicado crónicas fantásticas sobre todo cuando la oposición a Al Assad no era lo que es ahora, pero después de los secuestros y asesinatos de varios periodistas es imposible por el coste. Es una guerra terriblemente complicada”. Después matizará: “No imposible, pero sí muy difícil”. “Cuando los periodistas se convirtieron en objeto de comercio susceptibles de ser intercambiados por dinero se volvió una guerra que se está malcubriendo”, continúa el periodista.
José A. Guardiola describe Bosnia como “el último momento en que se vive un conflicto tradicional donde los frentes más o menos controlados en un mapa perciben a los periodistas como objetos de seducción. El bosnio, el croata, el serbio quiere ganarse su cariño porque es la única forma que tienen de volver a la opinión pública internacional de su parte. Con Internet los propios frentes, sobre todo los insurgentes, tienen capacidad de transmitir. ¿Para qué queremos periodistas? Es el problema de la cobertura de Siria”.
La falta de seguridad y la pérdida de relevancia de los corresponsales por la crecida digital son una pinza dolorosa para los reporteros. La crisis económica hace el resto. Guardiola trae a la conversación, como homenaje, a José Couso (el día de la tertulia hace 12 años que le mataron). Cree que su caso inició un gran debate sobre las condiciones de su muerte pero también otro sobre cómo iban protegidos los periodistas. Las empresas españolas empiezan a pensar en seguros: “No lo estoy criticando –aclara- pero eso que imaginábamos que era a favor de los periodistas, más protección, puede que no haya sido tan a favor del periodismo. Muchas empresas se retraen a la hora de mandar a enviados”. Armada lo relaciona con el poder creciente de la publicidad y la propaganda. “Igual que muchas empresas ya no requieren de los medios para cubrir su mensaje, los propios agentes en conflicto tienen expertos, producen vídeos, ya no necesitan a los periodistas”.
A Héctor Rodríguez le preocupa el poder de atracción del yihadismo en Europa. Se comenta la calidad hollywoodiense de los vídeos del Ejército Islámico (EI). Rafael Díaz Arias, presente en el bar, destaca su factura técnica impecable: «Están desarrollando directamente los códigos periodísticos». Ahora su lenguaje va dirigido a los europeos y norteamericanos y “no es que al EI no le hagan falta los periodistas sino que ha secuestrado a los propios periodistas”. Relata el caso de John Cantlie, reportero rehén del EI que presenta documentales vestido con el temible peto naranja y narra con estilo periodístico las cosas que los terroristas quieren que diga. En algunos de sus vídeos se expresa con un “In this show”, recuerda el profesor. En el último filme conocido (febrero de 2015), un Cantlie demacrado anunciaba que era el último de la serie.
En este contexto amenazante se extiende también la sensación de que cada vez más países antes irrelevantes alcanzan el estatus de “conflictos con potencial desestabilizador mundial”. Léase, por ejemplo, Yemen. La logística se complica. “El otro día hacía una lista de en qué lugares deberíamos tener enviados especiales simplemente para entender lo que es el EI. No habría ningún medio de comunicación en España capaz de tener despliegues en Nigeria, Libia, Argelia, Sáhara, Yemen, Irak, Siria… Y se me olvidan muchos”, dice el director de En Portada.
“Se extiende el periodismo de experiencias que no va al trasfondo. Antes estabais en una guerra un mes, dos… Hoy hay enviados que se van una semana. ¿En una semana qué puedes contar de un conflicto?”, argumenta Sara Campos, preocupada por el recurso al periodismo ciudadano como sustituto.
“Las nuevas realidades del norte de África y Oriente Próximo -confirma Armada a la pregunta de un contertulio- han pillado con el pie cambiado a los especialistas, a los medios, a los redactores jefe… porque el mapa más o menos ordenado que tenían ha saltado en mil pedazos. La cobertura está siendo muy fragmentaria. Y eso de que la mayoría de corresponsales esté en Jerusalén, aparte de complicarles la vida a la hora de moverse por los problemas de sellos y pasaportes, hace que la mirada se tiña mucho aunque no quieras. Plantea problemas. Por su propia naturaleza, el mundo árabe es como África, mucho más rico de matices que las simplificaciones en que caemos los medios a veces”.
La cobertura de África es “guadianesca”, según Armada. Hay que escuchar con atención a un periodista que cubrió durante 6 años el continente y ha sido capaz de convencer a sus medios para que publicaran piezas sobre el teatro en Ruanda o Mozambique ecuando estos países no interesaban más allá de sus conflictos: “El problema es que no se puede hablar de África. Hay que hablar de países concretos, uno por uno, y cada uno tiene tanta complejidad que exige mucho tiempo y espacio. Hay pocos corresponsales permanentes y no hay interés genuino”. Las primaveras árabes, continúa Armada, fueron el momento de los freelance: “algunos iban a la buena de Dios a jugarse la vida sin haber negociado antes asignaciones con ningún tipo de medio y a veces cuando ya estaban allí conseguían crónicas muy mal pagadas. Es una tendencia muy preocupante. Muchos grandes medios han dimitido de su obligación de dedicar buena parte de los recursos a la cobertura internacional. El propio James Nachtwey decía el otro día que tenía dificultades para conseguir buenas coberturas. Si le pasa a él…”
Y sigue el embudo: “Eso lleva a que si tenemos que gastar el dinero, hagámoslo con el periodista que nos vaya a contar la guerra como queremos que nos la cuente. El riesgo del periodismo estrella”, dice Guardiola. Elena Aljarilla le pregunta por el programa En Tierra Hostil y su supuesto sensacionalismo. Guardiola prefiere quedarse con lo positivo: “Algunos elementos narrativos me parecen interesantes y legítimos para acercar conflictos a audiencias masivas. Si echo algo de menos es quizá el contexto. Si oigo ‘Estoy en un edificio con una bandera, creo que es el ministerio’, yo creo que un periodista debe decir ‘Este es el ministerio’”. El director de FronteraD y el Master de ABC recuerda que a veces la fórmula del reportero metiéndose en el peligro hace que se consigan más espectadores y que no siempre significa falta de rigor: “El hecho de que el periodista sea tanto el hilo conductor y se meta en la historia a mí me plantea dilemas, pero como recurso narrativo funciona”.
Siempre el resultado, la tirada, las audiencias. A veces se las teme más de lo debido: “Los reportajes que hacemos sobre África no tienen ni más o menos audiencia que uno de Latinoamérica o Europa. Si haces un tratamiento digno de África no tiene por qué generar menos audiencia”, asegura Guardiola. Pregunta tras pregunta el director de En Portada desgrana algunas ideas para que la televisión pública tan criticada últimamente funcione mejor: “Creo que sería muy bueno que los responsables de las áreas tuvieran asignada una parte del presupuesto para realizar los viajes que consideren imprescindibles, al margen de lo que digan el editor del Telediario y el director de informativos”. También: “En América están deseando que nosotros les contemos lo que les está contando Telesur, los rusos, los chinos, los franceses, los alemanes, y ya no digo CNN en español que tiene una capacidad de producción inalcanzable para cualquier otra televisión. Es decir, que ese tiene que ser el horizonte, que esa es la verdadera marca España, y que TVE tendrá proyección de futuro en la medida en que entienda que el horizonte está también y sobre todo al otro lado del Atlántico. Sin ninguna duda”.
A José Antonio Guardiola le apasiona la narración. Habla en totales. Rápido. Directo. Más que explicar las cosas, las titula. Durante la conversación da vueltas a un próximo reportaje de Alberto Nisman para En Portada. Como si fuera un cubo de Rubik. Quiere calidad, que encajen la verdad y su contexto: “Con todas las herramientas narrativas que tiene el lenguaje audiovisual, cómo encontrar la fórmula para lograr hacer algo que sabemos que no existe que es el reportaje perfecto”.
A Alfonso Armada le apasiona todo. “Contar la experiencia propia es fundamental. Incluye emoción, controlada pero emoción. En muchas crónicas esa emoción falta, pero es parte necesaria del relato para ayudar al lector, al espectador, a ponerse en lugar del otro”, dirá durante la tertulia. Su discurso lleva a multitud de referentes profesionales, culturales, artísticos y humanos. De Antonio Lafuente, corresponsal de EFE en Nueva York que urdió con él la trama que es hoy FronteraD, a Ryszard Kapuscinski pasando por Martín Caparrós, Tomás Alcoverro, el pintor Antón Patiño, la fabulosa iraní Shirin Neshat (comparen la belleza de sus coreografías con la estética del ISIS), Susan Sontag… Una enseñanza que comparten ambos periodistas es la de Corinne Dufka: en el momento en el que veas que has perdido la sensibilidad debes dejarlo. Hasta aquí he llegado.
Los dos mencionan también a periodistas más jóvenes. Guardiola, a los reporteros de su época de director de Internacional (Luis Pérez, Yolanda Álvarez, Antonio Parreño, Oscar Mijallo…). Armada, a Mikel Ayestarán, David Beriain, Lino González Veiguela… Uno se siente ante dos hubs del periodismo internacional español conectados a todos los elementos del sistema.
Cuando ya se han ido alguien nos afea la falta de caña: “Ellos son periodistas y hacen preguntas agresivas, teníais que haber hecho lo mismo”. Es verdad. Pero lo que tiene hablar de la guerra con dos personas capaces de transmitir su cataclismo es que te dejan con cero ganas de pelea.
- Galería fotográfica de La Tertulia Infinita 14
- [La Tertulia Infinita 14 se celebró en la champañería María Pandora el miércoles 8 de abril de 2014. Gracias a Luis Miguel Madrid, su dueño].
Guerras porosas, con Alfonso Armada y José A. Guardiola
Publicado: abril 4, 2015 Archivado en: tertulias 2 comentarios¿Cómo dotar de sentido al relato periodístico cuando los conflictos empiezan como revueltas, derivan en guerras civiles y acaban convertidos en califatos interestatales o en lobos solitarios en Europa? ¿Cómo organizar las redacciones? ¿Cómo mover a los periodistas? Yemen, Kenia, París… ¿Hay capacidad logística, económica, personal? Este miércoles 8 de abril Alfonso Armada y José A. Guardiola debaten sobre las «guerras porosas» signo de estos tiempos.
Armada, periodista y escritor, dirige la revista FronteraD y el Master de Periodismo de ABC. Fue corresponsal para este periódico y para El País cubriendo Nueva York y numerosos países violentos de África. Sobre ellos ha escrito crónicas que son clásicos. También es autor de obras sobre periodismo, poesía y teatro.
Guardiola es un todoterreno de la televisión pública española. Fue responsable de Internacional en el ente público y dirige ahora En Portada, programa que acumula premios y reconocimientos. Entre sus trabajos más conocidos, la última entrevista con Nelson Mandela o la investigación sobre la muerte de Salvador Allende.
Ambos presenciaron el desastre de Ruanda. También el de Kosovo. Una importante perspectiva para observar los conflictos actuales.
El encuentro se celebrará en la cafetería-librería María Pandora, situada en una plaza que ofrece una de las mejores vistas de Madrid. Algunos prefieren llamarlas ocaso; otros, horizontes. Idem para el mundo y la profesión.
Os esperamos.
Qué: La Tertulia Infinita 14
Con: Alfonso Armada (@alfarmada) y José A. Guardiola (@jaguardiola)
Cuándo: Miércoles 8 de abril de 2015 a las 20.00 horas
Dónde: María Pandora, Las Vistillas (o Plaza Gabriel Miró) 1. Madrid. Metro La Latina.
Cómo: Debate de entrada libre y gratuito. Wi-fi disponible.
Ofelia de Pablo y Javier Zurita: Adiós al instante fotográfico, bienvenida sea la historia
Publicado: enero 5, 2015 Archivado en: tertulias | Tags: cine, contadores de historias, Efraín Ríos Montt, Emmy, Fútbol, fotoperiodismo, Geishas, Guatemala, Ikea, Japón, Javier Zurita, Ofelia de Pablo, periodismo, periodismo internacional, República Democrática del Congo, Sudáfrica, tsunami Deja un comentarioOfelia de Pablo y Javier Zurita tienen algo de esa optimista escena de apertura de El Nadador (que no de su deriva posterior): Burt Lancaster observa que el mundo es una sucesión de piscinas y comprende que debe recorrerlo sumergiéndose en ellas en lugar de bordearlas.
De entre todas las aguas a las que han saltado, cuatro emergen con frecuencia en la tertulia: Geishas del siglo XXI (“de lo mejor que hemos hecho”); la grabación para Channel 4 sobre el Genocidio del Congo (efecto dominó de un genocidio ruandés tan popularizado por el cine que eclipsó los males que causó en países vecinos); El otro lado del mundial, donde narraron cómo gracias al campeonato de 2010 chavales de los guetos de Johannesburgo estaban accediendo al fútbol y con él a otro mundo posible; y El genocidio invisible, documental que relata el extermino de los pueblos indígenas de Guatemala (y especialmente de sus mujeres) bajo la dictadura de Efraín Ríos Montt.
En todos sus proyectos tratan de demostrar que la vida tiene lados malos y buenos. “¿De qué sirve decir ‘Todo es una mierda y es malo y va a ser peor’?. A nadie le ayuda eso”, dice De Pablo. “Vamos a los sitios e intentamos ver la parte positiva. Los dos somos positivos. La gente también necesita ver luces”, asegura Zurita.
Reconforta preguntar a un periodista si cree que su trabajo contribuye a mejorar el mundo y escuchar, tras unos segundos de prudencia, un “Humildemente, sí” (Zurita). “Cuando cuentas un dramón como el de las mujeres en Guatemala, pues también hay que comprender que tras la publicación de numerosos reportajes han conseguido llevar a un tipo muy poderoso a un juicio. Hay una energía positiva y ves que las cosas avanzan – explica De Pablo- . En el caso de El Congo, la ONU disponía de un borrador sobre lo sucedido que el presidente de Ruanda quería ocultar como fuese. Al filtrarse, la ONU tuvo que publicarlo. Sientes que empujas”, continúa la fotoperiodista. “Cuando [la noticia] sale en un periódico potente y la gente lo lee y lo retuitea los abogados se ponen las pilas. Se crea una especie de tsunami que provoca cambios. Un señor que ha vivido a cuerpo de rey siendo un asesino se levanta un día comprendiendo que se le ha acabado el chollo” (Zurita).
También hay momentos en los que uno se pregunta de qué vale el riesgo. Cómo olvidar ese terremoto de Japón en 2011, trabajando en un hotel en primera línea de playa mientras se temía la llegada de un tsunami. Pero esas mujeres guatemaltecas que agachaban la cabeza temerosas cuando hablaban para su documental y que luego vieron testificar valientes en el juicio contra Ríos Montt son para ambos el mayor regalo que les ha dado la profesión. “Lo vivimos en casa como si nosotros hubiéramos tenido algo que ver. A veces las historias acaban bien” (Zurita).
Redactan, fotografían, graban audio y vídeo… Su trayectoria profesional muestra una combinación valiente de apuestas personales y de proyectos realizados por encargo. Es el signo de todo freelance, pero no hay rastro de victimismo: “El mundo del freelance y el fotoperiodismo siempre han sido primos hermanos”, bromea Zurita. Y como señala De Pablo, es mejor pensar que en el extranjero un freelance es “un fotógrafo que ya ha conseguido lo máximo y quiere ser independiente de los medios”.
La táctica es convertir sus intereses personales en trabajos apetecibles para los medios, lograr su implicación. “Como españoleitor, cuando vas por iniciativa propia porque crees en la historia tienes que buscar financiación debajo de las piedras”, resume Zurita. “Intentamos irnos siempre con un encargo. Cuando ya tienes trato con los editores les avisas, les cuentas el proyecto, peleas un poco por el enfoque. Tratamos de salirnos con la nuestra todo lo que podemos”, completa De Pablo.
Algunas de las escenas que relatan revelan pérdida de respeto a su tarea, a la figura del fotógrafo, del redactor… al periodismo en general. Y eso vuelve a despertar comentarios encendidos entre los asistentes (muchos fotoperiodistas), que proponen iniciativas o asociaciones para mejorar la escena. Una abogada se sorprende de que no exista colegio profesional. “Hay gente capaz de hacerlo gratis con tal de seguir haciéndolo y ese es el mayor error -cree De Pablo-. Mientras en países como Alemania los fotoperiodistas pelean en los tribunales por sus derechos, en España se firman cosas aberrantes”.
El carácter individualista de los fotógrafos también juega en contra. Ambos certifican que en ocasiones sí es real esa figura del profesional independiente, difícil, una especie de guardameta con el carácter delimitado por la soledad y la tensión. Aquí Zurita jugaba de portero cuando era pequeño y De Pablo a veces habla sola –reconocen con humor- pero ambos creen que ser pareja y trabajar juntos ayuda a minimizar el riesgo de fatiga mental.
Es realizando proyectos multimedia cuando más observan que su tándem funciona, porque se amplían las tareas al sonido y al vídeo y es necesario trabajar en equipo. Su pronóstico es que el futuro pasa por este lenguaje que mezcla multitud de soportes. Se han sumergido de lleno en él: “Las famosas fotografías de Cartier-Bresson, el instante decisivo… eso ha terminado. El fotógrafo de la nueva era no va a ser el que capture una buena fotografía, sino el que capture una buena historia”, dice Zurita. “El volumen de imágenes que recibimos es tan grande que esos momentos de fotografías icónicas del pasado cuestan mucho más”, contextualiza De Pablo. Por eso hay tanta fotografía al límite: “Se busca llegar a la gente que está en un sofá viendo miles de imágenes; cuanto más sangrienta o más impactante más va a remover una conciencia. Pero ya nada nos remueve. Nos ablanda más el anuncio de lkea que cualquier masacre. ¿Por qué? Porque las historias tienen mucho más impacto que la fotografía”, continúa.
De Pablo relata que cada vez se contrata a fotógrafos para realizar trabajos de televisión. Alguno se ha llevado a casa varios Emmy: “Es porque los fotógrafos tenemos una mirada diferente. Quizá lo perfecto sería un tipo que hiciera cine, pero como necesita tanta parafernalia y no trabaja con sujetos reales, en situaciones en las que salta por los aires el guión le costaría mucho. Es la estética de cine mezclada con la realidad de la fotografía lo que interesa. Y contar historias”. “Hemos apostado por las historias” dice convencida. “Los mejores fotógrafos serán los contadores de historias”, reafirma Zurita.
Alguien del público pregunta: ¿Tenéis estrategia de marketing en las redes? “Uy, estrategia nosotros. Pero tú nos has visto?” ríe De Pablo. Y en realidad toda la tertulia ha sido así. Espontánea y generosa. Nunca el público asistente ha intervenido tanto, a petición de los propios invitados. Como si fueran Ofelia y Javier quienes nos hubieran llevado a charlar en su salón, interesados por nuestros casos.
¿Qué gadget le regalarían a un amigo, en estas fechas de Navidad? “Lo que necesitas muchas veces más que cacharros es el empuje” (De Pablo). “¿De qué te sirve tener un montón de cacharros si no te vas?”, se pregunta Zurita, quien continúa: “Lo mejor es irte. Y equivocarte. Y reflexionar: ‘Qué mal lo he hecho. Tengo que volver y hacerlo mejor’. Prueba y error”.
Felices Reyes Magos y un 2015 lleno de intentonas.
- [La Tertulia Infinita 13 se celebró en el Bar Tukana de Madrid el día 30 de diciembre de 2014. Gracias a Fito, su dueño, y Julián, su camarero].
- Carrusel fotográfico de La Tertulia Infinita 13