Cécile Thibaud: «España es un país periférico en el que pasan cosas impresionantes»
Publicado: noviembre 24, 2017 | Autor: Myriam Redondo | Archivado en: tertulias | Tags: ciencias de la información, corresponsales, diplocat, España, estudiantes, formación, Francia, Juan Luis Cebrián, periodismo internacional, procés, redes sociales, Universidad | Deja un comentario
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Ahí está Cécile Thibaud, subida en un taburete, un tanto lejos de la gente. El sonido se acopla y no la oímos, no hay manera de empezar, así que los técnicos indican que se siente más arriba, lejos de los altavoces.
¡Para la próxima conferencia, más preparación por favor! #TIcorresponsales pic.twitter.com/cT23E8PLhX
— Vaal! (@Valeria744) November 15, 2017
Que lástima los fallos del sonido. Apenas se oye lo que dice. #TIcorresponsales pic.twitter.com/xiRQAKZ9zx
— Vaal! (@Valeria744) November 15, 2017
Haydeé Espinosa moderando, Lorena Delgado y Tomás Jiménez a la cámara y Juan González y Luis Gómez encargándose del espacio. Y todos los demás preguntando y tuiteando. Pese a las dificultades técnicas, los estudiantes de Periodismo de la UCM disfrutaron a fondo La Tertulia Infinita con esta periodista francesa que trabaja para Les Echos, La Tribune de Genève, Soud-Ouest y Challenges. Era para ellos la primera «conferencia» a la que acudían en la Universidad y la convirtieron en trending topic en Madrid. ¡Primer puesto y por encima del hashtag de Operación Triunfo! Para agradecerles su pasión este resumen se basa en sus tuits (que a su vez homenajean a Thibaud). Perdón por algunas faltas.
En @laTinfinita de hoy con @cecilethibaud, #TIcorresponsales, los estudiantes de periodismo son protagonistas. Ellos moderan, preguntan, fotografían, graban y… organizan sillas y asientos. A partir de las 18.00. pic.twitter.com/J0Z79ItxL3
— La Tertulia Infinita (@laTinfinita) November 15, 2017
Thibaud no buscó el Periodismo, ni siquiera lo estudió. Su llegada a la profesión fue bastante casual. Después, como dice que ocurre con muchos de sus colegas, convertirse en corresponsal en España estuvo muy ligado a su vida personal: su esposo es español. La periodista francesa explica algunas realidades de la profesión, como la «jerarquía de la muerte«, que hace que los medios presten siempre más atención a lo que sucede cerca que a lo que pasa lejos.
“No he estudiado periodismo, estudié Historia del Arte y Arqueología”, nos afirma @CecileThibaud #TIcorresponsales
— Israel Santana (@israelsna20) November 15, 2017
A la pregunta de una alumna sobre por qué España, responde @CecileThibaud entre otras razones: "Francia es muy aburrida" #TIcorresponsales.
— cecilia. (@ceciliabarba_) November 15, 2017
@CecileThibaud : “España es un país periférico en el que pasan cosas impresionantes” #Ticorresponsales
— Raúl Lagar Martínez (@RLagarMartinez) November 15, 2017
@CecileThibaud ha cubierto numerosas noticias. Entre otras los atentados del 11-M, las concentraciones en la Plaza del Sol del 15-M o las elecciones en Catalunya de este mismo año. #TIcorresponsales
— Marcos Fernández (@marferav99) November 15, 2017
Buena pregunta de la alumna @GualdaLucia "¿Qué características hacen falta para ser un buen corresponsal?". #TICorresponsales
— Ainhoa Arostegui (@AinhoaArostegui) November 15, 2017
"Para ser corresponsal es imprescindible la curiosidad y perder el miedo para acercarse a los demás y preguntar."#TIcorresponsales
— Cristina Hidalgo 💫 (@chidal3) November 15, 2017
#TIcorresponsales Cecile comenta la importancia de los idiomas para ser periodistas. Ella sabe italiano, frances italiano,aleman y español.
— Andrea Martin (@AndreaM55433097) November 15, 2017
Los corresponsales están en las ciudades principales, cubriendo el resto del país y gran cantidad de temas por un largo tiempo; mientras que los enviados especiales son más “paracaidistas”.#TICorresponsales
— Gema (@gem_si_) November 15, 2017
@CecileThibaud nos habla de sus colegas del círculo de corresponsales, cerca de 70 periodistas, entre los que hay profesionales muy buenos procedentes de países diversos como Alemania, Francis, Inglaterra o USA.#TICorresponsales
— Gema (@gem_si_) November 15, 2017
“Cuando estás en otro país lo importante es pensar en tus lectores. yo no escribo para españoles, si no para extranjeros. Los lectores están lejos y tengo que atraerlos a lo que escribo con un gancho fuerte.” #TICorresponsales
— Gema (@gem_si_) November 15, 2017
@CecileThibaud explica que hay que aclarar algunas cosas como "que el Partido Popular es de derechas" o "dónde está Murcia" ya que la información va a parar a gente extranjera (en este caso franceses). #TIcorresponsales
— Marcos Fernández (@marferav99) November 15, 2017
“Un muerto a un kilómetro de tu casa es más importante que dos muertos a cincuenta kilómetros de tu casa” relata @CecileThibaud sobre las dificultades de un corresponsal a la hora de cubrir una noticia en el extranjero #TIcorresponsales
— José Pereira Porto (@jppereira_99) November 15, 2017
Segunda parada: Cataluña, que en el momento de la tertulia sigue ocupando casi por completo la agenda de los corresponsales. Carles Puigdemont está en Bruselas, un destino jugoso para los franceses porque en el país vecino suelen hacer chistes sobre Bélgica del estilo de los que en España se hacen sobre Lepe, explica Thibaud. Le preguntan a la invitada si España ha hecho el ridículo con la crisis catalana y ella lo niega. Hay críticas para el gobierno catalán (especialmente por sus intentos de manipulación y la propaganda desplegada a través de Diplocat), pero también para la actitud de Moncloa.
"Jamás he escrito tantos artículos en un mes y el 98% eran sobre Cataluña. Ha sido abrumador."#TIcorresponsales
— Lorena Romera (@LorenaCromatism) November 15, 2017
Europa se dio cuenta de la importancia del problema catalán el 2 de octubre. #TIcorresponsales
— Jose Maria (@Chema_208) November 15, 2017
Bastaron 24 horas para que en Europa saltara la alarma y despertara la inquietud sobre Cataluña. #TICorresponsales
— Marina Tremearne (@Marinamtd) November 15, 2017
Cecile tiene la sensación de que, en general, en España la gente tiene muy mala imagen de si misma, nos explica que España no es un país ridículo ni de lejos, es un país que tiene un gran dinamismo, y que está muy a la vanguardia de lo que pasa en Europa. #TICorresponsales
— Lucía Barrio (@LuciaBarriofdez) November 15, 2017
@CecileThibaud: “Hay muchas banderas pero poca autoestima de los españoles.” #TIcorresponsales
— Álvaro (@alvaromartn20_) November 15, 2017
España no ha sido "especialmente ridícula" de cara al extranjero, a excepción del momento en el que Puigdemont optó por "irse corriendo a Bélgica". #TIcorresponsales
— iuri pereira (@IuriK16) November 15, 2017
"El Proces es una guerra de imágenes" según @CecileThibaud.#TIcorresponsales
— Miguel Sosa Asensio (@SosaAsensio) November 15, 2017
“Sabemos que somos parte de esta guerra de imágenes” #TIcorresponsales
— Andrea Martin (@AndreaM55433097) November 15, 2017
“El gobierno catalán está trabajando muy bien los símbolos […] y se están encargando de convencer al resto de Europa” – Cecile Thibaud #TICorresponsales
— Gema (@gem_si_) November 15, 2017
Diana Cid pregunta por Diplocat> 1er contacto muy casual. "No han convencido a ningún corresponsal extranjero". Somos capaces de decirles cosas y lo hemos hecho en reuniones. ¿Creéis que Europa os va a dejar"?
@cecilethibaud #TIcorresponsales— La Tertulia Infinita (@laTinfinita) November 15, 2017
''Diplocat ha sido creado como un órgano de propaganda'' @CecileThibaud #TIcorresponsales
— Maider Araguas (@BOJAN46DIAS) November 15, 2017
"El tema no es si DIPLOCAT manipula o no manipula la información, el tema es quién traga esa información". #TICorresponsales
— Diana (@dianapcds) November 15, 2017
"Creo que DIPLOCAT no ha logrado venderle este discurso a ningún corresponsal extranjero" cuenta @CecileThibaud #TICorresponsales
— Diana (@dianapcds) November 15, 2017
Cataluña es un territorio plural donde la gente ve las cosas de manera distinta #TICorresponsales
— Irene García Aráez✌️ (@CanecaChimPum) November 15, 2017
@CecileThibaud: "Cada vez que he hablado con gente del gobierno solo han hablado de la ley y la Constitución. Pero eso no quita los más de 40% de independistas en Cataluña." #TIcorresponsales
— Intraverno (@Intraverno) November 15, 2017
Seguimos con Cataluña, Cecile comenta que El Govern está trabajando muy bien sus redes sociales aunque últimamente ve mucha tranquilidad en estas. #TIcorresponsales
— Maider Araguas (@BOJAN46DIAS) November 15, 2017
“La repercusión de las redes sociales con el tema de Cataluña ha sido sorprendente.” cuenta @CecileThibaud #TIcorresponsales
— M (@mimounUCM) November 15, 2017
Hay bots, trols… Aunque desde hace unos días ha bajado la intensidad". @cecilethibaud #TIcorresponsales
— La Tertulia Infinita (@laTinfinita) November 15, 2017
#ticorresponsales "el problema catalán ha traido consigo muchas informaciones falsas o no contrastadas" @CecileThibaud
— Ángel Pérez B. (@angeePB) November 15, 2017
La periodista defiende el papel de los corresponsales extranjeros, envueltos en una polémica por su supuesta inclinación hacia la causa independentista, al menos inicialmente.
Los periodistas corresponsales en España han contado el conflicto catalán como han podido. #ticorresponsales
— Alba (@albaaar14) November 15, 2017
Sobre Cataluña en el extranjero: "La actuación de los periodistas extranjeros ha sido la adecuada" @CecileThibaud. #TIcorresponsales.
— Andrea GC (@AGiraoCarranza) November 15, 2017
Cataluña: tenemos contactos con Omnium y ANC desde hace años. Hemos hablado con el Gno español. Hemos hablado con los de la cárcel, con los de fuera, con politólogos. Con todos. @cecilethibaud #TIcorresponsales
— La Tertulia Infinita (@laTinfinita) November 15, 2017
Los corresponsales extranjeros han contado temas sobre la sociedad catalana que ni los habitantes de Madrid sabían. #TIcorresponsales
— Juan Pérez Pacios (@11_juanitoo) November 15, 2017
Cada corresponsal trabaja a su manera, no trabajan juntos. La mayoría de los corresponsales viven en Barcelona o Madrid. @CecileThibaud #TIcorresponsales
— Tamara (@tamgom02) November 15, 2017
Los corr extranjeros no somos ningún sindicato. Hacemos cosas juntas y cosas separados. @cecilethibaud #TIcorresponsales
— La Tertulia Infinita (@laTinfinita) November 15, 2017
En la conversación también salen Franco y la Guerra Civil. ¿Están los corresponsales obsesionados con estas cosas? ¿Afrontamos los españoles adecuadamente nuestro pasado? Thibaud cree que habría que aceptar que en julio de 1936 hubo un golpe de Estado. A partir de ahí, los españoles deberían conocer mejor su Historia y ser críticos con ella, así como con la propia historia familiar.
"Me molesta mucho que la gente no entienda lo importante que es tener una visión de la historia contemporánea de su país" #TICorresponsales
— Diana (@dianapcds) November 15, 2017
Cecile, acerca de la historia de España: "La visión que tenemos de España es la de nuestros abuelos."
Y añade: "La gente de España debe aceptar que el 18 de julio de 1936 fue un golpe, no se puede debatir."#TIcorresponsales— Intraverno (@Intraverno) November 15, 2017
Sobre la dictadura: "40 años de dictadura es muy largo y forja la mentalidad de 2 o 3 generaciones". #TIcorresponsales
— Andrea Herguido (@andrea_herguido) November 15, 2017
(+) cada uno tendría que pensar por sí mismo sobre la Guerra Civil Española. #TICorresponsales
— Ainhoa Arostegui (@AinhoaArostegui) November 15, 2017
Cuando Cecile llegó a España, se estaban abriendo fosas y para ella fue asombroso al ver tanta variedad de nacionalidades allí menos españoles, como si no fuera su tema. #TIcorresponsales
— Vaal! (@Valeria744) November 15, 2017
@CecileThibaud apunta que "los corresponsales no estamos presionados por la historia de España, es España la que no está interesada en su propia historia. Hace como que no existe." #TIcorresponsales
— Cristina Hidalgo 💫 (@chidal3) November 15, 2017
Thibaud habla de manera parecida de los distintos gobiernos que ha conocido desde su llegada a España hace 17 años, así como de la distancia con la que suelen tratar a los periodistas extranjeros. En general es la misma, aunque todo depende de las personas qu conforman esos gobiernos. Algunos políticos destacan por sus habilidades de comunicación.
Los gobiernos ignoran a los corresponsales extranjeros #TiCorresponsales
— Claudia De Pedro (@Claudia_DePedro) November 15, 2017
-¿En tu trayectoria como periodista, te has visto enfrentada con la censura?
-“No directamente con censura, con desinterés, que es peor” #TIcorresponsales— Vanessita ♛ (@Ivoteforvoddka) November 15, 2017
Los políticos actuales, por regla general, no son grandes comunicadores con la prensa ni con la gente. #TIcorresponsales
— Maider Araguas (@BOJAN46DIAS) November 15, 2017
De ejemplo pone a Luis de Guindos y a Rubalcaba. #TIcorresponsales.
— Andrea GC (@AGiraoCarranza) November 15, 2017
La situación más "peligrosa" fue en la época en la que ETA estaba activa, cuando intentaba entrevistar a gente cerrada que se ponía tensa, o cuando era invitada por dirigintes cercanos al grupo terrorista a comer en pueblos afines a ellos. @CecileThibaud #TIcorresponsales
— Álvaro Méndez Mora (@alvaro_mendez98) November 15, 2017
La situación más dura fue cd ETA actuaba. En las herrikotabernas, en trayectos en coche con líderes de los que dudabas… @cecilethibaud #TIcorresponsales
— La Tertulia Infinita (@laTinfinita) November 15, 2017
“Los periodistas extranjeros no eran objetivo de ETA como lo eran los españoles” @CecileThibaud #TIcorresponsales
— Vaal! (@Valeria744) November 15, 2017
En el 11-M tuvo que cambiar el articulo cuando las fuerzas de inteligencia estadounidenses dijeron que había sido Al Qaeda y el gobierno español seguía diciendo que era ETA. #TIcorresponsales
— Ana (@_Llorente99) November 15, 2017
Aznar hundió su expectativas de futuro tras esto. #TIcorresponsales
— Ana (@_Llorente99) November 15, 2017
El día tiene un protagonista inesperado: Juan Luis Cebrián y su salida de la Presidencia del Grupo PRISA (la cobertura de esta noticia hace precisamente que Thibaud llegue tarde). Vuelan preguntas sobre la situación de El País, la deuda del grupo y el mal estado económico y anímico del periodismo en España en general.
@CecileThibaud nos cuenta que Cebrián ha sido expulsado del grupo Prisa, aunque este afirma haberse marchado voluntariamente #TIcorresponsales
— Andrea Herguido (@andrea_herguido) November 15, 2017
Corrijo: Cecile afirma que, hace unos años, bastaba con leer 'El País' para tener una visión general de los hechos, pero hoy no es así.#TIcorresponsales https://t.co/nec2hYlWHD
— Cristina Hidalgo 💫 (@chidal3) November 15, 2017
Antes con leer el País era suficiente, hoy en día hay más pluralidad y muchísimas fuentes de información, hay que leer el resto de editoriales y así tener un enfoque más global. #TIcorresponsales .
— Sara Catalán (@sara99catalan) November 15, 2017
El periódico El País deriva hacia la derecha desde su entrada en una crisis en 2008, ha señalado Cécile Thibaud. #TIcorresponsales
— ¡VÍVELA! (@_lucifernandez_) November 15, 2017
"Si quieres informaciones de verdad sobre Cataluña hay que leer La Vanguardia y El periódico" "Los periódico catalanes son muy buenos" Afirma @CecileThibaud. #TIcorresponsales
— Esther Pérez (@Esther_pras) November 15, 2017
La prensa española tiene grandes problemas financieros #TiCorresponsales
— Claudia De Pedro (@Claudia_DePedro) November 15, 2017
Los inversores tienen un impacto demasiado grande en los medios de comunicación @CecileThibaud #TIcorresponsales
— Luis García Durán (@luisylucia4ever) November 15, 2017
@CecileThibaud dice que hay que diferenciar al periodista de la línea editorial del periódico.#TIcorresponsales
— -Leyre- (@LeyreEsparza1) November 15, 2017
En un periódico, hay que mirar los títulos, que a veces no tienen nada que ver con los artículos, y no hay que confundir a los periodistas con la línea editorial. @cecilethibaud #TIcorresponsales
— La Tertulia Infinita (@laTinfinita) November 15, 2017
"Saber de dónde llega la información es muy importante hoy en día. La información más sexy no es siempre la más verídica" #TIcorresponsales
— Xenia (@XeniaRivero) November 15, 2017
¿La prensa esp manipula más que la extranjera?> Da a entender que no, que no se puede hablar en gral pq hay mucha variedad, aq la tele pública española sí que está más sesgada que la francesa. @cecilethibaud #TIcorresponsales
— La Tertulia Infinita (@laTinfinita) November 15, 2017
#ticorresponsales "España no es sólo TVE" @CecileThibaud
— Ángel Pérez B. (@angeePB) November 15, 2017
Moderada por Haydeé Espinosa, la tertulia parece fluir sola.
Seguimos en 'La Tertulia Infinita' con @CecileThibaud en la Universidad Complutense de Madrid. #TIcorresponsales pic.twitter.com/PQrPDCk9og
— Lorena Romera (@LorenaCromatism) November 15, 2017
Está siendo muy interesante la charla, tanto las preguntas de los alumnos como las respuestas de la invitada. Genial. #TIcorresponsales
— FightEducation (@FightEdNow) November 15, 2017
Parece que la tertulia con Cecile ha tenido gran éxito. #TIcorresponsales pic.twitter.com/lcDWWoNMf9
— Andrea Herguido (@andrea_herguido) November 15, 2017
No se cansan de preguntar… #ticorresponsales pic.twitter.com/K8WREqfRpU
— Myriam Redondo (@globograma) November 15, 2017
Y cuando todo se acaba, los estudiantes muestran una gran admiración a la invitada.
Finaliza la Tertulia Infinita 24 con nuestra invitada @CecileThibaud, gracias por la amabilidad y sinceridad al responder nuestras preguntas.#TIcorresponsales
— -Leyre- (@LeyreEsparza1) November 15, 2017
Ya ha finalizado la conferencia , muchas gracias @CecileThibaud , un placer. #TIcorresponsales pic.twitter.com/HPGcj9wJwH
— Antonio Carrillo (@AntonioUCM) November 15, 2017
Terminada la Tertulia Infinita #TIcorresponsales pic.twitter.com/poyTQ548PA
— Ana (@_Llorente99) November 15, 2017
Se cierra el acto de #TIcorresponsales después de una gran jornada con @CecileThibaud pic.twitter.com/iezX7UcOv8
— José Pereira Porto (@jppereira_99) November 15, 2017
Y no es que a La Tertulia Infinita le preocupe mucho el alcance masivo (nuestros debates son más de petit comité) pero hay que celebrar los éxitos. Enhorabuena a los estudiantes por los tuits que siguen. Trending topic. Y gracias, sobre todo, A Cécile Thibaud.
#TICorresponsales ¡Somos TT! pic.twitter.com/jynmNV7vDW
— Tomás Jiménez (@TomasJimenezSz) November 15, 2017
¡Número 2 en tendencias! #TIcorresponsales pic.twitter.com/kSveSWCkg7
— Vaal! (@Valeria744) November 15, 2017
Primer puesto en tendencias de Madrid#TIcorresponsales pic.twitter.com/bd5wr37rw4
— Nauset Martin (@nau_M26) November 15, 2017
26.812 personas podrían haber visto #TIcorresponsales desde su 1ª mención hasta convertirse en Tendencia. #trndnl
— Trendinalia España (@trendinaliaES) November 15, 2017
[La Tertulia Infinita 24 con la corresponsal francesa Cécile Thibaud se celebró el miércoles 15 de noviembre en el hall de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid con la colaboración de Librerantes. Gracias a: Jorge Clemente Mediavilla (decano), Ananda Martínez Álvarez (gerente) y Mª José Pérez del Pozo (directora sección departamental de RRII), así como al equipo técnico de la Universidad.
Pablo M. Díez: desayunar con un campesino, cenar con un presidente
Publicado: agosto 24, 2016 | Autor: Myriam Redondo | Archivado en: tertulias | Tags: accidente nuclear, Alba Ambrós, Alfonso Armada, Ana Alonso Montes, Ana Figueroa, aristocracia roja, Asia, África, Bo Xilai, capitalismo, censura, china, cibermuralla, conflictos marítimos, conflictos militares, Confuccio, Corea del Norte, corea del sur, corresponsales, corrupción, Dalai Lama, democracia, derechos humanos, Diaoyu, escudo antimisiles, espionaje, Fukushima, Gregorio Laso, Gu Kailai, Guillermo G. Díaz-Ambrona, India, Japón, José Carmona, Li Jiabing, libertad de expresión, Mar del Sur, Mavi Doñate, misiles, Myriam Redondo, Pablo M. Díez, Pedro Ceinos, periodismo internacional, política exterior, redes sociales, Reporting China, seguridad, Senkaku, Taiwan, Tíbet, tecnocensura, tsunami | 1 comentarioLa cobertura soñada de Pablo M. Díez (@PabloDiez_ABC), su assignment perfecto, fue el accidente nuclear de Fukushima. También es el lugar y momento donde más miedo pasó. Adrenalina para un periodista nacido en Córdoba en 1974 y que desde 2005 es corresponsal del diario ABC en Asia, con base en Pekín.
¿Cómo es la vida del reportero en una región de tantas reminiscencias cinematográficas y literarias, románticas y periodísticas? ¿Rivalidad, complicidad? ¿Conversaciones que languidecen ante vasos de whisky o baijiu? Los corresponsales españoles en Pekín tienen amistad. “Los de El País, El Mundo, La Vanguardia o el Periódico de Catalunya están entre mis mejores amigos allí. Nos buscamos bastante no solo para hablar de periodismo sino para salir, divertirnos o contarnos problemas del trabajo pero también personales. Es una relación estrecha”.
A largos ratos la tertulia se convierte en un diálogo entre Díez y otros colegas que conoce y están presentes, como Mavi Doñate, corresponsal de TVE en Pekín desde hace un año; Gregorio Laso, ex consejero de Informacion de la Embajada de España en China; Pedro Ceinos, que lleva 20 años viviendo en China y ha escrito libros que son ya clásicos sobre su lenguaje; o Alba Ambrós, politóloga experta en Asia. También participan en el diálogo la periodista Ana Alonso y el fotoperiodista Jon Barandica. Salen a relucir momentos y lugares: el restaurante español Mare, donde Laso llevó a Díez nada más conocerse, o tantos episodios en los que la ayuda mutua entre unos y otros ha sido básica para trabajar. “Anda, anda. Me estás llamando todo el día” -le dirá alguien a Díez- con el ‘¿Dónde me puedo colar que no me pillen?’”.
El peligro de esa relación estrecha entre periodistas es el alejamiento de la población local. “Sí, la burbuja existe -reconoce Díez- porque para empezar estamos en Pekín o en las grandes ciudades como Shanghái. Pero un periodista tiene que poder desayunar con un campesino y entrevistar a un campesino y por la noche cenar con el presidente del Gobierno de ese país”. No parece existir un caso de ensimismamiento elitista: viajes de 12 horas por el sur de China en camiones llenos de patos, trayectos en barcazas amenazando hundimiento, reposos (es un decir) en autobuses con litera… amén de un montón de relaciones humanas que se desprenden con naturalidad del discurso de este reportero y que comprenden desde la amistad que puede desarrollar con vecinos y trabajadores domésticos hasta alguna relación sentimental local que fue determinante para comprender realidades concretas o realizar coberturas específicas.
Cuando era presidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero anunció un viaje al país asiático y las autoridades locales se pusieron algo nerviosas. Sin conocer la agenda presidencial, Díez había cerrado de antemano una entrevista con el primer ministro de Taiwán, de tortuosa relación diplomática y jurídica con China. Cuando sólo había hablado de ello por email con su jefe de entonces en ABC, Miguel Salvatierra, sonó el teléfono. “Me llama Gregorio: ‘Pablo, ¿tú vas a ir a Taiwán?’. ‘Pues sí, voy a ir dentro de poco’. Y dice: ‘¿Y vas a entrevistar al primer ministro de Taiwán?’ Y digo ‘Pues sí, ¿cómo te has enterado?’. Y él dice: ‘Porque me lo han dicho los chinos?’. ‘¿Y cómo se han enterado los chinos?’” O porque supervisan el correo, o porque tienen espías aquí y allá, supone Díez. Gregorio cuenta su parte, ese aviso que recibió del Ministerio de Asuntos Exteriores chino: “Ustedes comprenderán que son momentos complicados y difíciles, ahora que está pendiente la renovación de visado de su corresponsal. Puede suceder que tenga dificultades y no va a poder seguir a su presidente. Va a ser un problema”. La entrevista se celebró.
Censura y seguridad
La censura china genera mucha curiosidad durante la conversación. Díez es tajante: “Es un régimen dictatorial. Hay un control de la información, censura y un partido único. Se criba todo lo que es políticamente sensible”. Él y otros tertulianos cuentan las herramientas que utilizan y narran anécdotas que revelan su paciencia infinita para con las autoridades: “Cuando hay un acontecimiento como la Asamblea Popular, que es el parlamento orgánico del régimen y reúne a casi todos los diputados del Partido Comunista, nos cuesta mucho entrar en las redes. Internet va lentísimo”. Hay que recurrir a una red privada virtual (VPN) para conectar con un servidor extranjero y evitar la “gran cibermuralla china” que impide el acceso a páginas occidentales de discurso libre como Twitter o Facebook, vetadas en el país. En un proceso de acción-reacción, el régimen chino también va avanzando en tecnología de vigilancia y estrecha su relación con grandes empresas que le ayudan a controlar la información a cambio de no perder opciones en el gran mercado asiático. Es el caso de Microsoft, Yahoo o Cisco, una connivencia por la que se interesa el tertuliano Gregorio Vázquez.
Las cuentas de correo pueden aparecer bloqueadas, hackeadas o con vida propia. Doñate cuenta lo que le ocurrió tras un roce ligero con la policía por la cobertura de la sentencia de La Haya sobre el conflicto marítimo China-Filipinas: «Tengo dos entradas de correo, la de la empresa y la de Gmail. A los dos días de aquello figuraba que desde Gmail me había enviado a mí misma a la cuenta de RTVE la declaración de la renta de 2015. ¿Cómo te quedas?”. Hasta las conversaciones de teléfono privadas entre los corresponsales se llevan a cabo con una cierta prevención psicótica.
En las redes sociales proliferan los trols y los bots políticos que manipulan y desinforman. Un reciente estudio de la Universidad de Harvard calcula que funcionarios gubernamentales emiten al año unos 448 millones de comentarios digitales propagandísticos.
Fuera de las redes las restricciones continúan. Ser retenido brevemente por la policía es una experiencia que han tenido casi todos los periodistas extranjeros en Pekín (otros profesionales y medios afrontan la expulsión). Y es frecuente que personal del régimen te siga. “Si queréis venir aquí, tenéis que llamar antes”, les dicen esas sombras en los lugares que visitan.
Díez hace muchas fotos a escondidas, pero en la televisión lo tienen más difícil: la cámara se ve de lejos. Doñate hacía un reportaje fuera de Pekín sobre la industria del carbón y el acero, con pronóstico desempleo por la reconversión. “Nos pillaron sacando el material para grabar. Nos retuvieron 4 o 5 horas, pidieron el visado… Pero lo molesto es que te dejan, continúas rodando, vas a un pueblo a hablar con gente que trabaja en esas fábricas y de repente salen dos, no sabes de dónde, que se te ponen detrás y te siguen a todas partes. Una miradita [al interlocutor del periodista], una inclinación y ya el silencio. Te vuelves a Pekín con esas 5 horas perdidas pero sobre todo con poco material”.
«Ellos tienen muy presente el ejemplo de la Primavera Árabe. En 2011 hubo gente que quiso ver ‘nuestra primavera China’ […]. Como no podían manifestarse con pancarta, convocaban a la gente para que paseara por la calle comercial de Wangfujing [peatonal, una de las principales en Pekín]”. Había más periodistas de lo normal. Casualmente las autoridades abrieron una zanja de obras públicas para ralentizar el paso y acabaron amenazando a algunos periodistas con la deportación. Es un matar moscas a cañonazos pero al Gobierno le funciona porque “ahí se acabó la historia”.
Tíbet
Los viajes de Díez a Tíbet, otra herida independentista abierta en China y vetada a los reporteros extranjeros, son un abanico de problemas periodísticos y recursos para resolverlos. Sitúense en los disturbios de marzo de 2008, con fuertes protestas de los monjes budistas en Xiahe, un importante destino de peregrinación en la provincia de Gansú que ha sido desgajado del Tíbet histórico: “En el aeropuerto de Lanzhou (capital de Gansú), dirigiéndome a la zona, una mujer con la que había estado charlando me dijo: ‘No cojas ese taxi. Te llevo con mi chófer hasta la capital y ahí coges un taxi de ciudad, que es más económico. Ella no sabía que había estallado una revuelta, pensó que yo era un turista. Tomo un taxi pequeñito y como estaba tan cansado me eché a dormir en la parte de atrás. Gracias a estar tumbado pudimos atravesar varios controles de carretera y llegar. Y gracias todo ello a estar cansado por haber cogido el primer avión de la mañana para Lanzhou. En el siguiente vuelo cayeron todos”.
Díez también trabaja el camuflaje: “Saco la Lonely Planet, pongo cara de pánfilo, me coloco las gafas y atravieso un puente lleno de antidisturbios arrastrando mi maletita roja y con la boca abierta”. En China, donde no falta el humor y a veces el mismo personal siniestro que te atosiga te invita a comer, la expulsión con la que finalizó la visita de Díez a Tíbet incluye una escena antológica. “Estaba en el hotel enviando mi crónica y llamaron a la puerta. Eran policías. Dijeron ‘¿Qué haces aquí?’. Yo contesté: “Visitando este pueblo’. ‘Pues mira, te recomendamos que vuelvas en verano porque el tiempo es mejor, la hierba es más verde y las mujeres están más guapas‘” (la historia está contada con más amplitud en su blog, Tras un biombo chino). Al día siguiente la policía se aseguró de que el mismo dueño del hotel acompañara al aeropuerto al periodista español y a otra colega francesa que se había colado en la ciudad vadeando un río.
Díez lo llama suerte, pero parece influir su trabajo a fondo del diálogo y el trato humano, así como el carácter concienzudo. Si no puede parlamentar con soltura cordobesa y está lejos, llama por teléfono a la traductora para hacerse con palabras básicas. Hay taxistas, estudiantes o lugareños sabios cuyos consejos le van conduciendo de casilla en casilla porque creen que esa pieza merece avanzar. Y si una autoridad con potestad para organizar un viaje en grupo de corresponsales a Tíbet le sugiere que no tiene ni idea del tema y le espeta un “léase este libro” él lo lee, lo subraya y vuelve hasta colarse en el pool.
El régimen chino es ateo pero mueve fichas para que el próximo Dalai Lama se reencarne en un ciudadano bajo su control, como hizo con el Panchen Lama. Puede haber un cisma, lo que abre perspectivas informativas interesantes. Por otra parte, las autoridades chinas han iniciado una nueva vía propagandística con relación a la zona: abrirla más al turismo para demostrar que ha progresado económica y socialmente, que los jóvenes “ya no son tan devotos como sus mayores, que no están todo el día dando vueltas con el molinillo a los cien templos”.
Derechos humanos
Hay atención puesta en el crecimiento económico chino, que ya no es el que era y ha obligado a las élites a rebajar el nivel de ostentación. El objetivo de Pekín es mantenerlo en torno al 7% anual del PIB, porcentaje considerado básico para que el mercado laboral mantenga su flexibilidad actual y se evite el desempleo y el malestar ciudadano.
Díez saca de la caja muchas historias atractivas ligadas a la gestión económica y la corrupción, esa rendija por la que se está resquebrajando la confianza en el sistema. “China es un país muy injusto por la propia naturaleza del régimen. Si no se permite que haya una prensa libre que fiscalice el poder o una oposición que ejerza de contrapeso, cualquiera que esté en el partido o en el Ejército puede hacer lo que quiera salvo que se encuentre con un rival que lo purgue”. Algo de eso ha habido: guerras internas en el Partido Comunista, el folletín amoroso del político Bo Xilai y Gu Kailai, su mujer, tras asesinar ésta al amante británico que ayudaba a ambos a sacar dinero del país… Al cubrir estos casos, los corresponsales se enfrentan a juicios a puerta cerrada o celebrados lejos de Pekín con los que el Gobierno trata de evitar el seguimiento. Nadie avisa de cuándo o cómo saldrán las sentencias.
“Cuando The New York Times habla de la fortuna de millones de dólares del anterior gobierno, todo está censurado. Cuando Bloomberg publica que la familia de Xi Jinping tiene un patrimonio de millones de dólares por aquí y por allá, o cuando se conoce que el hijo del anterior presidente Hu Jintao tiene problemas legales en África por un asunto de corrupción, eso se censura. Tampoco se dice que todos los escáneres que hay colocados en aeropuertos y estaciones de tren del país son de la empresa del hijo del anterior presidente”. Las noticias relacionadas con la llamada aristocracia roja y la vida regalada que lleva no afectan de momento a la cúpula del régimen ni llegan demasiado al pueblo, pero la corrupción sí ofende cada vez más porque se sufre en el día a día.
Díez tuvo que visitar a su antigua trabajadora doméstica, hospitalizada al sur de China, para mostrar que estaba bien relacionada y lograr que obtuviera mejor atención médica. Conoció una ciudad polvorienta, sucia, un sitio donde la vida parecía invivible. Al final hubo que llevar a doctores desde Pekín para que atendiesen a la mujer; los pagó su nuevo patrón. Hasta las enfermeras pedían dinero. En China, todo sigue funcionando a través de “guan xi”, contactos. Díez es rotundo: “De comunismo el país tiene sólo el nombre. Impera un capitalismo salvaje”.

Belén Domínguez, Gregorio Vázquez y más tertulianos escuchando a Pablo M. Díez en El Imparcial de Madrid. Foto: Mª Ángeles Martín.
Eppur si muove. Cada vez más chinos olfatean la libertad: “La mayoría no tiene interés por esas herramientas disponibles para acceder a más información. Pero sí hay mucha gente que ha viajado a otros países y hace amigos, que no puede conectarse con ellos por Facebook y va entendiendo cosas”.
El avance se centra más en lo social que en lo político. Una china le dijo a Díez, haciendo planes de futuro para cambiar de trabajo: “Yo tengo derecho, tengo derecho a decidir”. La frase no hubiera sido tan clara hace unos años. La gente es más consciente de lo que puede tener y se moviliza por ello, sobre todo en los casos de corrupción local, medio ambiente o salud alimentaria.
La igualdad de género progresa, y de hecho Díez cree que la posición de las mujeres es mucho más igualitaria que en otros países donde hace coberturas, como India o Japón. “Los chinos, la gente joven, han pasado tan rápido a este nuevo mundo en que vivimos que son mucho más modernos de lo que se puede ver en otros sitios”. Y ello aunque les frena una educación que no les ha enseñado a pensar por sí mismos, que está basada en el orden, el respeto a la autoridad propio de la mentalidad confuciana y que valora más el colectivo que el individuo. “Al fin y al cabo esta es la base de la diferencia entre Occidente y China y el resto de Oriente”, resume.
Democracia y nacionalismo
“Aquí [España] somos una democracia pero creo que está en crisis porque se piensa más en intereses partidistas que en intereses de país. Eso no ocurre en China, donde todos tienen una dirección. El Estado garantiza que se siga avanzando, pero es a costa de los derechos de la gente y de primar el futuro del colectivo sobre el presente del individuo”, opina Díez. “A una familia la echaron de donde vivía a cambio de unos 30 € para cada miembro. Estaban en el sur y tuvieron que mudarse al Tíbet a picar piedra. Perdieron las tierras de toda la vida. Es el progreso que pasa por encima de ellos para que esa región tenga la carretera que conecta las fábricas con los puertos. Así es como funciona”, compara.
Ceinos recuerda que es un país que sigue siendo el mismo con pocas variaciones desde hace 4000 años, algo sorprendente. El Estado cree que lo primero es el progreso económico y lo segundo la democracia. Con sólo un 10% de terreno cultivable, hay que alimentar a sus 1.300 millones de habitantes. Para ello, expandirse en África, apostar por el softpower y cerrar alianzas pragmáticas por el mundo son los pasos a seguir. Logrado eso, hablaremos de otras cosas. China no ha querido ser Rusia a partir de 1989. Además, hay otras democracias mucho más subdesarrolladas que sin embargo tienen mejor fama, como India. “Es por romper una lanza a su favor. Hay que comprender lo que les motiva”, explica este sinólogo. “China no está preparada ahora para tener una democracia. Sería imperfecta”, concede Díez.
El que viene será “un período político muy sensible para el régimen chino, que lo va a intentar controlar”, prevé el corresponsal español. Alfonso Armada indaga en los conflictos marítimos abiertos en la zona, donde China ha dejado clara su ambición. Además de la rivalidad China-Filipinas y la de Japón y China por las islas Senkaku/Diaoyu, hay disputas abiertas por el control de territorios que involucran a Corea del Sur y Rusia. “Las están fomentando los gobiernos para aumentar el nacionalismo en cada país y desviar la atención de los problemas internos. No creo que vaya a más porque todo el mundo se juega demasiado en esto. No puede haber una guerra entre China y Japón o entre China y Filipinas… Además las economías están quedando interrelacionadas y a la que menos le interesa una guerra es a China, que pregona su auge en el Pacífico. Pero sí puede ocurrir una escaramuza entre patrulleras, entre pescadores, o un tiroteo donde muera una persona, y ahí sí que podría darse una crisis diplomática fuerte en la cual se movilicen barcos de guerra”. De cuando en cuando, los juegos con escudos antimisiles y misiles de unos y otros hacen tintinear las campanillas que vigilan el equilibrio estratégico en la zona.
En China hay una concepción importante de la grandeza del Estado y de la potencia del país. La población es muy patriótica y basta presentar una disputa como un problema con otro Estado para que los ciudadanos se vuelquen a favor de su gobierno y boicoteen empresas extranjeras. “A los periodistas nos dicen ‘Tú no quieres a China’ y así lo solucionan. Todavía no se distingue entre país, Estado o gobierno, y es la baza que juegan para mantenerse en el poder”.
El futuro
Estos días en que tantos corresponsales se ven abocados a refritos de Internet por no obtener tiempo para trabajar de verdad en una historia, como reconoce Díez que también sucede en China, este reportero viaja todo lo que puede. El país es muy grande y el debate apenas hace incursiones en otros estados en su órbita, como Corea del Sur o Japón. Sin embargo, es aquí donde vivió la experiencia profesional de su vida: el tsunami de 2011 y el posterior accidente en la central nuclear de Fukushima, que cubrió durante mes y medio.
“Lo que vivimos ahí esos días fue como una película de catástrofes, apocalíptica, porque realmente pensábamos que la central iba a estallar y que iba a ser algo parecido al fin del mundo. Todas las emociones que se crearon en torno a aquella noticia, la implicación personal con mis compañeros de El País y de El Periódico de Cataluña viviendo estos momentos juntos… Creímos que tendríamos que refugiarnos en algún sótano, bajo tierra, y esperar a una evacuación porque habría una nube radiactiva. Hablábamos en esos términos, sin comida, sin ducharnos durante varios días, durmiendo en el suelo del Ayuntamiento de Sendai junto a los equipos de emergencia que entraban y salían». Díez narra que dormían tan poco que había momentos en los que daba una cabezada y cuando abría los ojos veía que había escrito letras sin sentido por dejar pulsadas las teclas. «Dejas atrás todos estos pueblos devastados y te ves tan pequeño dentro de esa destrucción, con miedo, porque es un enemigo que no sabes… Hemos estado en revueltas donde ha habido tiros, escuchas las balas, pero allí no sabes nada salvo que te estás jugando el pellejo”. Díez volvió al año siguiente a la zona y otra vez más cuando abrieron el paso a los pueblos evacuados dentro de los 20 kilómetros en torno a la central. “Dije: ‘Tengo que entrar en la central como sea. Dije sí o sí, y al final he conseguido entrar’. Y esa es la noticia que más me ha impresionado y la que más me ha gustado cubrir”.

De izquierda a derecha: Li Jiabing, Ana Alonso, Ana Figueroa, José Carmona, Pablo M. Díez, Gregorio Laso, Mavi Doñate, Jon Barandica, Alba Ambrós, Alberto Lebrón, Pedro Ceinos, desconocido y Guillermo G. Díaz-Ambrona. Foto: Mª Ángeles Martín.
El protagonista de la tertulia no parece pasado de rosca por tantas emociones, no cultiva el malditismo. Tampoco aparenta estar torturado por ningún mal recuerdo, sino deseoso de apurar nuevas historias. Es un reportero afortunado y lo sabe. Está donde quiere estar. “Asia ofrece una gran variedad de temas que no se ciñen solamente a la política y la economía sino que dan una perspectiva social muy amplia. Es personalmente lo que más interesa y lo que hace que pueda escribir para todas las secciones del periódico, desde Internacional hasta la contraportada de ABC”.
“Es un compañero muy respetado”, dice del invitado la reportera Mavi Doñate. Entre viajeros se suele manejar cierto cumplido. Hace referencia a la capacidad de resiliencia y de relacionarse positivamente con el entorno y los acompañantes en el trayecto. Parece que podría aplicarse a Díez: “easy traveler”.
[La Tertulia Infinita 19 se celebró el 25 de julio de 2016 con la colaboración de FronteraD y Librerantes en el restaurante/cafetería El Imparcial de Madrid. Gracias a sus dueños].
Segovia. Cirilo. Una tertulia en clave de premio
Publicado: junio 14, 2016 | Autor: Myriam Redondo | Archivado en: tertulias | Tags: África, corresponsales, Eduardo S. Molano, freelances, gemma parellada, Israel, Juan Pedro Quiñonero, Mikel Ayestarán, París, Pepe Naranjo, periodismo internacional, Premio Cirilo 2016, redes sociales, Segovia, Xavier Aldekoa | Deja un comentario
Xavier Aldekoa (izquierda) y Juan Pedro Quiñonero (derecha). Foto: Jon Bradburn.
La tertulia con Xavier Aldekoa, Mikel Ayestarán y Juan Pedro Quiñonero fue diferente. Y es difícil resumirla porque influye lo que has visto antes y después. El cosquilleo del premio. Reencuentros. Conspiraciones creativas. Un corresponsal que aparece en chanclas (no, no era verano). Un fotógrafo en una comisaría porque necesita un pasaporte. Un paisaje. Y la ciudad.
A Aldekoa le teníamos delante pero Ayestarán llegaba por la noche y envió un vídeo con algunos temas de debate. Juan Pedro Quiñonero aterrizó en el ágora del Campus María Zambrano ya comenzada la conversación: una huelga de controladores franceses le había retenido en el mundo aeropuertos desde las 6 de la mañana. Periodismo = improvisación.
Con el éxito de Revista 5w de fondo, el encuentro (dentro de las Jornadas de Periodismo en lo Global) tuvo mucho de debate intergeneracional, como el Premio Cirilo de este año. Corresponsales de los de antes que han tenido la suerte de vivir momentos de mayor respeto económico por esta labor. Profesionales llegados más recientemente que hacen lo que pueden.
“Somos freelance, somos trabajadores autónomos y no nos podemos dormir en los laureles, por eso espero que esta nominación sirva para seguir manteniendo el nivel de trabajo que he tenido hasta ahora” (afirma Ayestarán, vinculado sobre todo a Vocento y EiTB). “No me considero sólo Xavier Aldekoa. Formo parte de una generación de chavales de treinta y pico que somos freelance, que tratamos de salir adelante. Y en África soy del mismo grupo que Pepe Naranjo, Gemma Parellada o Eduardo Molano. Esta nominación la considero también un reconocimiento a ese grupo de personas”, decía el reportero de La Vanguardia.
Pese a su situación estable (corresponsal de ABC en París desde 1983), Quiñonero reflexionó a menudo sobre la falta de fondos. “Los periódicos tienen un problema. Pierden dinero o ganan muy poco. Cada cual intenta resolverlo como puede. Las nuevas generaciones creo que han tomado el único camino posible: liarse la manta a la cabeza e intentar contar cosas que no cuentan los otros, y a partir de ahí buscar hueco en los grandes medios”.
La diferencia de edad invitaba a comparar el uso de las redes sociales. La periodista Ana Alonso les preguntó por ello. Así ha conseguido Aldekoa (Barcelona, 1981) una de las comunidades tuiteras más sólidas del periodismo español: “Muchas veces escribo un tuit y no lo publico hasta que pasan 10 minutos. Intento estar muy seguro. Hay que tener prudencia”. El reportero está convencido de que si no hay calidad de fondo, el éxito en las redes se escapa: “Mikel no es un gran periodista porque tenga 50.000 seguidores sino porque tiene un trabajo brutal detrás”. La habilidad multimedia de Ayestarán (Beasain, 1975) aparece en su grabación: “Desde que empecé me dicen que lo que hago es el futuro pero me he dado cuenta de que es el presente. […] Es imprescindible para llegar a fin de mes y hay historias que funcionan mejor para vídeo, otras para la prensa…”.
A Quiñonero (Totana, 1946), flâneur/fotógrafo que usa Twitter como arma de difusión masiva de instantáneas parisinas (más tarde le encontraríamos paseando Segovia a solas con su cámara), le preocupa el “no modelo de negocio” de las redes. “Vivimos una paradoja trágica. […] Es indispensable que el periodista trabaje Twitter, Facebook, etcétera. Pero al mismo tiempo cómo rentabilizar eso, cómo sacar dinero para seguir currando en esas cosas. En los grandes medios nadie lo sabe aún. El precio de una foto da para llevar a una novia a un McDonalds y poco más. Estamos hipercomunicados, somos hipercomunicantes, pero no sabemos todavía cómo ganar dinero con esa comunicación”. Pero el corresponsal quiso subrayar también que la lógica perversa entre la ética individual del reportero y la del empresario de medios que intenta ganar dinero siempre ha existido: “Nuestros problemas no son nuevos. Larra, Azorín y Baroja tenían los mismos. […] A mí me llamó una vez la telefonista de mi periódico: “Quiño, vuelve rápido porque la empresa cierra y no nos van a pagar lo último”.

Susana de Pablos, Agustín García Matilla y otros participantes en La Tertulia Infinita 19. Foto: Jon Bradburn.
Entre los asistentes, el decano de la Universidad de Valladolid Agustín García Matilla se preocupa por la seguridad del periodista y por los criterios de selección de noticias. Aldekoa responde: “La palabra clave es el tiempo. Si consigues dedicarles a las personas el suficiente como para que te ayuden y te metan en su red social humana, tienes mucho ganado, porque hay zonas en que el Estado está hueco y es esa red la que te protege. Si te consideran un amigo estás mucho más protegido que cuando te consideran un cliente”. Sobre cómo seleccionar: “África es un continente imposible, un territorio en el que cabrían China, EEUU, toda Europa y la India… Me baso en la honestidad máxima: informarme antes de ir a un sitio, explicarlo lo mejor que puedo, dedicarle todo el tiempo posible”.
A lo largo de la tertulia el reportero de La Vanguardia ha dibujado belleza pero también corrupción y destrucción, sobre todo medioambiental. “El abuso tiene muchas caras y las mismas pocas ganas de hablar. Los abusados también tienen muchas caras pero muchas ganas de gritar que lo que pasa no es justo. Lamentablemente en África encuentras bastante de las dos cosas”. Quiñonero ha descrito un París de realidades paralelas: “El problema es que la actualidad internacional que interesa a los periódicos es una realidad fragmentada. De Francia te piden Hollande, Sarkozy y cuatro cosas más”. Pero la noticia, dice, puede estar en un atentado islamista o en un suburbio de la gran ciudad.

Un estudiante participa en La Tertulia Infinita 19. Foto: Jon Bradburn.
Ayestarán ha considerado en su vídeo que “el periodismo de internacional en España pasa por un momento de oro” pero está en unas condiciones que lo convierten en carrera de fondo: “Requiere motor diesel”. Y se acuerda de los efectos colaterales: “Al final estás arrastrando también a toda tu familia a una cosa que muchas veces es ajena a la vida normal”. El reportero vasco está orgulloso sobre todo de que los suyos se hayan «echado al monte” (se mudaron recientemente a Jerusalén). Están presentes en el ágora la pareja y la hija de Aldekoa, que lo ha mirado todo con unos ojos tan grandes que han desarmado al personal en Segovia. También podrían contar.
La noticia del Premio Cirilo les despertó incredulidad, orgullo. El catalán menciona a otros galardonados como Manu Leguineche o Miguel Gil, y otros más recientes como Ramón Lobo o Mónica Bernabé: “Cuando me lo dijeron pensaba ‘Cómo voy a estar yo en esto con esta gente, si son mis referentes…”. Ayestarán contaba: “[Tomás] Alcoverro siempre me dice: ‘Cuando yo empecé en el periodismo Quiñonero ya llevaba unos años. Al nominarme para el Cirilo sentí una gran ilusión pero cuando vi su nombre en la terna dije: ‘Xavier, no tenemos nada que hacer’”.
La trampa final es preguntar a los dos invitados presentes cómo agradecerían el premio si ganaran. Pero en sólo 140 caracteres. Aldekoa necesita incluso menos: “A la gente que me ha dado el privilegio de escuchar sus historias y poder contarlas y a mi familia que me espera en casa”. Quiñonero prefiere usar palabras y no caracteres como métrica: “80 o 100 son suficientes para contar una buena historia”. Y la cuenta. Y se alarga: “Mamá, no te preocupes, un periodista se gana muy fácilmente la vida. Va a la calle, se entera de algo que no sale en los periódicos, hace una fotografía, va al periódico, la vende, se la pagan, y ya se la ha ganado. El problema ahora es que un tanto por ciento excepcional de lo que sale en los periódicos es la retórica parda de analistas, comentaristas. Y no digamos en Twitter”. En su respuesta extendida el paseante parisino ha dejado caer una idea esencial que sí cabría en la red social: “Yo casi todo se lo dedico a mis padres. Salí muy pronto de casa”.
Juan Pedro Quiñonero fue el ganador del Premio Cirilo 2016.
[La Tertulia Infinita 19 se celebró en Segovia el 16 de mayo de 2016. Gracias a la Universidad de Valladolid (Agustín García Matilla, Pilar San Pablo), a la Diputación de Segovia (Francisco Vázquez), a la FAPE (Aurelio Martín) y a la Asociación de la Prensa de Segovia (Miguel Ángel López).